Soldados israelíes secuestran a tres dirigentes de Yihad

Fuerzas de seguridad israelíes secuestraron ayer en Hebrón a tres dirigentes de la organización Yihad Islámica. La operación se llevó a término pocas horas después de que la organización fundamentalista se responsabilizara del atentado perpetrado contra un autobús de transporte público el pasado jueves cerca de Hadera, al norte de Tel Aviv, en el que murieron cuatro personas.

Una unidad especial del Ejército, disfrazada de árabes -mustarabim-, irrumpieron ayer en los suburbios de la ciudad cisjordana de Hebrón para arrestar a tres dirigentes del Ejercito clandestino de Yihad Islámica, las Brigadas de Al Qods, después de que esta organización se responsabilizara del atentado contra un autobus de transporte público cuando cubría el trayecto entre Nazaret y Tel Aviv.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, que se encuentra en Nueva York, pidió al presidente George W. Bush que presione al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, para que ponga fin a estos atentados. Sharon responsabilizó directamente a Arafat de la acción de Yihad Islámica por no controlar suficientemente a los terroristas.

'No creo que podamos alcanzar la paz a la que aspiramos mientras Arafat dirija una política de violencia y terrorismo', dijo Sharon, que tiene previsto reunirse el lunes con Bush en la Casa Blanca.

Yihad Islámica aseguraba en su comunicado que el ataque forma parte 'del arreglo de cuentas con el enemigo por sus crímenes contra nuestro pueblo y los asesinatos de nuestros dirigentes y los cuadros de la Intifada'. El documento lanza una seria advertencia a las fuerzas de seguridad de Israel, asegurando que 'todas las barreras y las medidas de seguridad inventadas a diario por los sionistas no podrán impedir que los muyahidin lleguen hasta el corazón del sionismo para sembrar la muerte y el miedo'.

Por último, el comunicado de la organización fundamentalista desvela la identidad del militante suicida que hizo explotar la bomba en el interior del autobús: Samel Abu Sliman, de 21 años, vecino del pueblo de Silat al Jatiba, situado a pocos kilómetros de Yenín, en un área que se encuentra cercada desde hace varios meses por las tropas israelíes, en una zona de difícil acceso, dado el gran número de controles establecidos por las tropas israelíes.

Dos días antes de este atentado contra el autobús, Yihad Islámica se había responsabilizado asimismo del tiroteo perpetrado contra la estación de autobuses de Afula, en la que dos miembros de un comando suicida dispararon sobre la multitud que se encontraba cerca de la estación, provocando un muerto y más de 40 heridos.

Coincidiendo con esta operación policial, el partido gubernamental palestino Al Fatah, que preside el propio Arafat, emitió ayer una proclama en la que se insta a todos los palestinos a 'respetar plenamente el alto el fuego y hacer los esfuerzos necesarios para lograr el retorno de la calma y el éxito de los esfuerzos internacionales que tratan de poner fin a la ocupación, a los asesinatos y a las incursiones'.

Paradójicamente, las fuerzas policiales de Arafat han llevado a término en los últimos días una serie de detenciones de militantes y dirigentes de Yihad Islámica en la zona de Cisjordania, según asegura Law, una de las organizaciones de defensa de los derechos humanos más importantes de Palestina. Los arrestos se efectuaron en Hebrón, Dura, Jaljula y Ramala, denuncia Law, aunque no especifica ni los nombres ni el número de detenidos.

El emisario de la Casa Blanca, ex general de los marines norteamericanos Anthony Zinni, que desde hace cuatro días se encuentra en la región tratando de establecer un alto el fuego entre israelíes y palestinos, ha condenado firmemente el atentado, con el que, en su opinión, se 'intenta hacer fracasar mi misión'. Zinni se reafirmó ayer en su objetivo de lograr una tregua, y aseguró que se quedará en la zona hasta conseguirlo.