Bush insta al Senado a que prohíba todo tipo de clonación

El anuncio de la empresa privada Advanced Cell Technology de que ha logrado clonar embriones humanos con fines terapéuticos desató ayer, pese a las deficiencias técnicas del experimento, una tormenta política en EE UU. Al tiempo que George W. Bush y los grupos antiabortistas más conservadores arremetían contra el experimento científico, la Casa Blanca pedía al Senado que ratificara rápidamente la prohibición de todo tipo de clonación de embriones humanos.

La Cámara de Representantes ya aprobó un texto en ese sentido, pero el Senado -de mayoría demócrata- no parece tener prisa por entrar en el debate. Sin la aprobación de esa cámara, el presidente Bush no puede forzar una prohibición ejecutiva. Bush puso voz a la reacción oficial que ya había ofrecido la Casa Blanca: 'Usar embriones para clonar es malo. Como sociedad, no deberíamos crear vidas para destruirlas, y eso es exactamente lo que está pasando', dijo el presidente de EE UU.

El pensamiento conservador -abanderado por Bush- considera que incluso un preembrión es un ser humano y que su destrucción constituye en realidad la práctica de un aborto. 'En mi opinión, moralmente malo', zanjó Bush. Su portavoz fue mucho más lejos al decir que el progreso no puede medirse 'por el número de vidas que hace falta sacrificar para salvar otra vida', en línea con los argumentos típicos de los antiabortistas. Bush espera que 'ahora que una empresa ha creado una vida y ha quitado una vida en nombre de la ciencia, el Senado actúe para que estos experimentos sean prohibidos', aseguró Ari Fleischer.

Si la legislación de la Cámara de Representantes estuviera aprobada por el Senado y firmada por Bush, los médicos podrían haber sido condenados a pagar 10 años de cárcel.