_
_
_
_
LAS CUENTAS DEL ESTADO PARA 2002

El Gobierno prepara nuevas medidas fiscales para afrontar la crisis

El ministro entrega al Congreso unos Presupuestos de 2002 'a favor de la expansión económica'

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, entregó ayer en el Congreso los Presupuestos del Estado y la Seguridad Social para 2002, cuyo objetivo es 'jugar a favor de la expansión económica'. Pero ya se han quedado, en parte, anticuados. Durante la explicación de las cifras, el ministro anunció que el Gobierno acelerará parte de la reforma fiscal comprometida en el programa electoral del PP. El objetivo es afrontar la crisis de forma inmediata, pero puede alterar las cuentas ayer presentadas.

Montoro sólo explicó que ese paquete de medidas no afectaría a la rebaja del IRPF, cuya entrada en vigor se mantiene para 2003. El resto comprende desde la supresión del impuesto de actividades económicas (IAE) para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, hasta nuevos incentivos fiscales para los planes de pensiones o, en otro aspecto, la rebaja de los aranceles que cobran los notarios por la cancelación de hipotecas. Es posible que estas medidas se aprueben en el Consejo de Ministros de mañana mismo.

Más información
Previsiones oficiales para 2002
El PSOE denuncia que Hacienda ha reducido en un 40% la financiación autonómica pactada
La economía española reduce al 2,5% su ritmo de crecimiento, el nivel más bajo desde 1996
La presión fiscal ha subido dos puntos del PIB durante los cinco años de gobierno del PP
El PIB creció un 2,8% en 2001, dos décimas menos que la previsión oficial
Hacienda da un año a las fundaciones para adaptarse a la nueva ley
La comisión del IRPF propone reducir el tipo máximo al 45% y el mínimo al 15%
El PSOE descalifica la reforma del IRPF porque ahondaría "las desigualdades"
El PSOE acusa al Gobierno de hacer una política fiscal que beneficia a los más ricos
Cartas:: La opinión de los lectores

En cuanto a los Presupuestos presentados ayer, una de las novedades es que son los primeros que se elaboran exclusivamente en euros, ya que su entrada en vigor coincide con la puesta en circulación de la moneda europea. La segunda novedad es que incorporan el nuevo sistema de financiación autonómica, con el inconveniente de que las cifras de 2001 y de 2002 no son homogéneas ni, por tanto, comparables. La tercera novedad es que renuncian al superávit presupuestario inicialmente previsto para el Estado, las comunidades y los ayuntamientos, y repiten el equilibrio o déficit cero de 2001.

Incertidumbre mundial

Éste es el efecto más inmediato de la situación de incertidumbre en la economía mundial, que se ha agudizado tras los atentados del 11 de septiembre. Montoro aseguró que los Presupuestos 'no incorporan ninguna decisión de ingreso o de gasto que sea perjudicial para la actividad económica'. El Estado presenta un déficit del 0,5% del PIB (cifrado en 688.900 millones de euros), que se compensa con un superávit de la Seguridad Social en la misma cuantía y con el equilibrio de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Los Presupuestos presentados ayer corresponden a los de la Administración Central, es decir, al Estado más la Seguridad Social, y no incluyen ni los gastos de Sanidad transferidos a las comunidades autónomas ni los impuestos que se les ha cedido (el 33% del IRPF, el 35% del IVA, el 40% de los impuestos especiales y el 100% de los impuestos sobre electricidad y sobre matriculación de vehículos). Con estas salvedades, los ingresos no financieros del Estado y la Seguridad Social ascienden a 199.526 millones de euros, y los gastos, a 202.697 millones.

Las caídas son del 2,6% y del 2,3%, respectivamente, en relación a 2001, aunque estos porcentajes están distorsionados porque en las cifras del año actual no se han descontado ni la sanidad ni la cesión de impuestos; es decir, no son datos homogéneos y en la documentación facilitada ayer tampoco es posible conseguirlos. Únicamente, el ministro de Hacienda señaló que los ingresos del Estado aumentarán el año próximo un 6,5% -es decir, por encima del crecimiento nominal de la economía esperado (5,9%)-, mientras que los gastos aumentarán un 5,1%.

Austeridad y rigidez

Con estos datos, y sin que se conozca su desglose, el ministro de Hacienda ha intentado hacer un presupuesto 'austero', según dijo. La principal incógnita es el alcance de la crisis, aunque Montoro se mostró optimista. 'Esperamos una recuperación de la economía mundial en la segunda mitad del año próximo', explicó, 'y estos Presupuestos están diseñados para que la economía española enlace con esa recuperación'.

Al menos hasta que el Gobierno no apruebe el paquete de medidas anunciado ayer por el ministro, no está claro en qué forma los Presupuestos aprobados ayer contribuirán a esa recuperación. Por el lado de los ingresos, únicamente se rebaja a la mitad la tasa por el uso del espacio radioeléctrico y no se actualizan los impuestos especiales. Por el contrario, no se aplica la inflación ni a la tarifa ni a las deducciones del IRPF -Montoro volvió a negar esta posibilidad ayer- y sube el IVA del butano y de los peajes de las autopistas, del 7% al 16%.

Por el lado de los gastos, son unos Presupuestos tan cautivos y rígidos como los de años anteriores. La inversión pública aumenta un 7,2% sobre lo que se prevé gastar en 2001, aunque el grado de ejecución de esta partida siempre es inferior a lo que se presupuesta. Es, por otra parte, un gasto ligado a fondos europeos que el Gobierno español debe respaldar con fondos nacionales. El gasto social es más de la mitad del presupuesto y va a parar en su mayor parte a las pensiones, con un aumento del 5,9% sobre lo previsto para 2001.

Todas estas cifras se basan en una previsión de crecimiento económico para 2002 del 2,9%, apenas una décima por debajo de lo que el Gobierno espera para el año actual. La creación de empleo se desacelera en mayor medida (del 2,1% al 1,8%), con un total de 277.300 nuevos puestos de trabajo en 2002. En cuanto a la inflación, el Gobierno mantiene el 2%, igual que este año, y en ese porcentaje subirá las pensiones y los sueldos de los empleados públicos.

Cristóbal Montoro muestra uno de los libros del Presupuesto poco antes de entregarlos al Congreso.
Cristóbal Montoro muestra uno de los libros del Presupuesto poco antes de entregarlos al Congreso.RICARDO GUTIÉRREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_