Mohamed Atta mantuvo en julio contactos en Madrid, Tarragona y Barcelona

El supuesto terrorista Mohamed Atta mantuvo diversos contactos con personas no identificadas hasta ahora durante los escasos 13 días del mes de julio que permaneció en España. Dichas reuniones las habría mantenido en Madrid, Tarragona, Barcelona y, muy probablemente, en alguna ciudad del sur peninsular. No obstante, al Gobierno 'no le consta' que este terrorista u otro activista vinculado a Bin Laden trabara relación con ETA a fin de preparar atentados suicidas durante la cumbre europea de Barcelona, cuyos prolegómenos pretendía aprovechar la banda vasca para colocar varios coches bomba en la capital catalana.

La información sobre la presencia de Atta en España en enero (del 4 al 11) y julio (entre los días 7 y 19) fue confirmada por España al FBI tres días después del atentado. El rastro conocido del supuesto suicida está incluido en un extenso informe sobre el terrorismo extremista islámico elaborado para el presidente del Gobierno, José María Aznar, por el Ministerio del Interior.

El informe data la presencia en Madrid (al menos dos días) y Salou (unas tres jornadas) del supuesto terrorista y la más que fundada sospecha de que Atta mantuvo contactos con circulos extremistas islámicos en ambas ciudades.

Los investigadores están persuadidos de que el terrorista egipcio, que en todo momento exhibió su pasaporte verdadero, permaneció algunos días en Madrid, pasó por Barcelona, pernoctó en Salou e investiga si, como se presume, estuvo un par de días en alguna ciudad del sur de España.

No obstante, pierde fuerza la pista de Atta en la cárcel de Tarragona, donde supuestamente habría intentado entrevistarse con un argelino preso por homicidio. Fuentes de Interior explicaron ayer que, efectivamente, un Mohamed Atta quiso ver al recluso pero el día 21 de julio, mientras que el Atta buscado por el FBI regresó el 19 a Estados Unidos.

Sin relación con ETA

Todo está recogido en el informe entregado a Aznar, donde, según fuentes de Interior, 'no hay una sola palabra sobre contactos recientes entre ETA y el terrorismo islámico, porque, a día de hoy, no tenemos constancia de ello ni ha sido detectado por ningún servicio de inteligencia español'. El ministro Mariano Rajoy rehusó hacer comentarios sobre este asunto. 'No puedo pasarme el día desmintiendo todo lo que se publica', dijo el vicepresidente.

Por otro lado, la Asamblea General de Interpol, que se celebra esta semana en Budapest (Hungría), aprobará hoy la propuesta española de que el Grupo Especial 11 de Septiembre, creado para coordinar la información antiterrorista internacional sobre el ataque a Estados Unidos, se asiente definitivamente como el órgano central de Interpol para analizar e investigar el fenónemo terrorista mundial.

La delegación española ha cosechado ya el apoyo a la propuesta de numerosos países, del secretario general, Ronald K. Noble, y del presidente de Interpol, el español Jesús Espigares. España quiere también que en las órdenes de búsqueda de máxima importancia (las llamadas de 'distintivo rojo') incluyan una T para identificar las que se refieren a los terroristas, a las que se le daría una prioridad superior en la investigación.

Igualmente se pretende la reforma del artículo 3 de Interpol, que matiza la persecución del terrorismo.