Nanni Moretti asegura que no pretende convertir el dolor humano en espectáculo
El cineasta italiano presenta fuera de concurso 'La habitación del hijo', triunfadora en Cannes
La habitación del hijo narra algo inenarrable: el dolor que provoca en una familia la muerte de un hijo. La película, ganadora del pasado Festival de Cannes, se presentó ayer en San Sebastián dentro de la sección 'Perlas de otros festivales'. Su escritor, director y protagonista, el italiano Nanni Moretti, aseguró que no pretende convertir el dolor en espectáculo. Para justificar este análisis de su filme, Moretti señala que ha optado por distanciarse de lo que cuenta y así no convertirlo en un juego melodramático. 'Ni el tono, ni la música, ni la dirección de actores de la película responden a las pautas del melodrama. Yo quería hablar de los estragos del dolor. Siempre se cree que el dolor une, pero yo quería la historia de una familia que se quiere y a la que el dolor separa. Quería, además, contarlo sin emoción'.
Moretti, de 48 años y padre de un hijo de cuatro, protagonizó ayer en San Sebastián la rueda de prensa más concurrida hasta la fecha. Apenas concedió entrevistas y, aunque le precede una importante fama de antipático, ayer hasta resultó afable. Se dice que el director de Caro diario no mira nunca a los ojos de sus interlocures y que si una pregunta le molesta se levanta y se va sin dar explicaciones. Ayer, con la mirada perdida en el techo o apuntando al micrófono, contestó a todas las preguntas e inclusó bromeó con algunas de ellas.
'No creo en el cine como terapia. Convertí en un episodio de Caro diario el tumor que sufrí hace años, pero no me curó el cine, me curó la quimioterapia. El cine puede ayudarnos con nuestras neurosis, las películas nos aclaran cosas de uno mismo, pero nos nos curan de nada'.
Para Moretti, La habitación del hijo busca la representación de diferentes tipos de dolor: 'No sé si son términos justos, pero me atrevería a decir que el dolor de la madre es más carnal; el del padre, más mental y con un sentimiento de culpa muy superior, y el de la hermana es el dolor de quien quiere y no puede proteger a sus padres'.
El cineasta, ligado a la izquierda de su país -a la que atacó duramente en su película Abril y a la que ha culpado del ascenso al poder de Silvio Berlusconi-, señaló ayer que el trágico atentado de Estados Unidos sólo se puede contestar con un arma, la paz. 'La tragedia siempre ha existido en el mundo, lleva muchos años existiendo. Yo sólo espero que esta nueva desgracia sirva a Bush y a sus aliados para dar una lección histórica y que su respuesta sea la paz. Bush busca unos culpables que no tiene. Esto no debe ser una guerra ni religiosa ni cultural'.
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