Fito Páez y el dilema moral en Argentina
'Estoy temblando. Me he levantado a las seis de la mañana y me he ido a caminar'. Es sincera la confesión de Fito Páez, el músico argentino que ayer presentó su incursión como director de cine en el Festival de San Sebastián, con la película Vidas privadas. Buscó el abrazo de su mujer y protagonista de la película y lo encontró. Fue después de su encuentro con la prensa, y allí, en un pasillo del hotel María Cristina, los dos se engancharon cariñosos.
Vidas privadas, en la que también participa el actor mexicano Gael García Bernal, es toda una tragedia clásica, una incursión en los horrores de la dictadura argentina y sus consecuencias, en la tragedia de los bebés arrebatados de sus madres asesinadas y adoptados por los militares. 'Es un dilema moral sin solución', apunta su director. 'Es diabólico, porque no hay referencias', añade Roth.
Lo que disparó la película fue el caso real de dos mellizos robados a su madre y que al cabo de 20 años, a raíz de una denuncia de las Abuelas de Mayo, se les hizo la prueba del ADN y se conoció su verdadera identidad. Ellos rechazaron esa dura realidad y dijeron que se quedaban con los que ellos consideraban sus padres.
Páez espera que Vidas privadas contribuya a que en Argentina se hable de los muertos, 'de los miles de muertos que no han sido ni enterrados ni velados, que hubo 30.000, que es todo un genocidio. El hedor en Argentina es tan grande que es inevitable que vayan apareciendo estas historias'.
'Yo no soy quién para ponerme en la boca la palabra esperanza', dijo Páez, después de hablar del 'tristazo' enorme que siente con su país. 'No tiene un futuro real, el país está vendido, hay hambruna, violencia, las familias están rotas'.
Fito Páez, que no sólo dirige el filme, sino que ha compuesto la música y se ha buscado la financiación -' a ver si consigo levantar la hipoteca'-, confesó que ha aprendido a no tener expectativas en la vida. 'Así, si no se cumplen...'.
