Varios grupos intentarán usar vacunas para interrumpir el uso de 'cócteles'
La utilización de vacunas en personas ya infectadas por el VIH fue una de las perspectivas consideradas más prometedoras por los participantes en una conferencia internacional sobre vacunas del sida celebrada en Filadelfia a principios de este mes. La mayoría de los datos que justifican ese optimismo proceden todavía de experimentos en animales, pero Aventis Pasteur ya está financiando 14 ensayos de este tipo en humanos infectados con su vacuna ALVAC-HIV, inicialmente diseñada con propósitos preventivos.
Martin Markowitz, del Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond de Nueva York, también presentó en Filadelfia un estudio preliminar de este tipo con una veintena de pacientes. El objetivo, en este caso, era ver si la vacuna podía ayudar a mantener el virus a bajo nivel en condiciones de interrupción controlada de la medicación antirretroviral. 'La vacuna tiene un efecto claro que justifica que continuemos en esa dirección', declaró Markowitz el pasado día 6.
Fernández Cruz también va a probar esa estrategia en un ensayo denominado REMIT. Tiene previsto utilizar a los mismos 243 pacientes del estudio ahora concluido. Las interrupciones estructuradas del tratamiento con antirretrovirales no han dado resultados satisfactorios por sí solas: el virus se dispara cada vez que se interrumpe la medicación. 'Pero merece la pena probar si las interrupciones funcionan en combinación con la vacuna', dice Fernández Cruz. 'Los cócteles tienen efectos secundarios notables, y sería muy bueno poder interrumpir el tratamiento de forma intermitente, si la vacuna consigue mantener el virus bajo control'.
El ensayo con Remune debe pasar ahora la evaluación por la Food and Drug Administration (FDA) norteamericana y la Agencia Europea del Medicamento.
