Botellas de ida y vuelta
Casi un mes ha durado la prohibición de vender aceite de orujo de oliva. El Ministerio de Sanidad y Consumo decidió inmovilizarlo el 3 de julio. Entonces no había una norma que estableciera el máximo de benzopirenos que podían contener. Ahora este límite se ha fijado en dos partes por millardo, y los extractores se preparan para volver al mercado. Entre los aceites que se venderán, una parte ya estaba lista cuando se decretó la alerta. Sus concentraciones de benzopirenos eran inferiores a las que ha fijado Sanidad, por lo que los productores sólo han tenido que esperar. Otra parte se ha extraído con métodos seguros después de la inmovilización.
Pero los aceites contaminados que estaban embotellados antes del 3 de julio también volverán a venderse. Los extractores se encargarán de limpiarlos, y de embotellarlos otra vez.
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