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LA ESTELA DE LA CUMBRE DEL G-8

Los españoles detenidos en Génova denuncian 'torturas físicas y psicológicas'

En libertad dos de los 17 encarcelados tras las manifestaciones

Pablo Ximénez de Sandoval

Adolfo Sesma, Fito, zaragozano de 30 años, declaró ayer a este periódico haber sufrido 'torturas físicas y psicológicas' durante las 12 horas que estuvo detenido en la comisaría de Génova, antes de ser trasladado a prisión junto con su amigo Luis Alberto Lorente, el Loren. Los dos habían llegado a Génova con un grupo de Zaragoza para participar en las protestas organizadas con motivo de la reunión del G-8 en esta ciudad, y fueron detenidos en el transcurso de una manifestación pacífica en la tarde del viernes.

'Lo que pasamos la noche del viernes no debería verlo nadie en toda su vida', comentaba nervioso a su salida de la cárcel. Los detalles que ofrecía del trato recibido en comisaría coinciden con los de otros españoles: 'las vejaciones y las palizas eran constantes. Nos vimos en un pasillo lleno de policías. Nos hacían pasar de un lado para otro mientras nos daban codazos y culatazos. A mí me reconoció un policía y me llevó al baño con otros cinco que me molieron a patadas. Me ordenaron que orinara, pero estaba tan aterrorizado que no podía. Me pegaron hasta que hice algo. Pero lo peor fue cuando nos dijeron, mientras seguían pegándonos, que habían muerto dos Carabinieri. Entonces es cuando te pones a pensar de qué te acusan. Hasta hoy [por ayer] no he sabido que era mentira. Fue una verdadera tortura psicológica pensar todo este tiempo que te pueden estar cargando un asesinato, y que las palizas pueden ir todo lo lejos que eso puede provocar'.

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Incomunicados

'Cuando me llevaron al médico', continuaba, 'me miró por encima y dijo 'sin magulladuras, de momento', y me soltó una hostia. Les oí decir varias veces lo bien que se lo estaban pasando. La gente a mi lado se orinaba encima y vomitaba de miedo, con el consiguiente castigo. Yo firmé un papel sin leerlo. Loren lo leyó y eso le costó otra paliza. En total, pasamos 12 horas de pie con la circulación de las manos cortada por las bridas de plástico. Hasta el día siguiente, en la cárcel, no comimos ni bebimos. Allí pudimos ver a los dos gallegos que venían de Madrid, que estaban igual de quebrados que nosotros. Ni nos mirábamos a la cara. El abogado nos dijo que presentará la denuncia cuando estemos fuera de Italia, por si acaso'.

A última hora de ayer, permanecían detenidos 15 españoles más, todos ellos en la prisión de Alessandria. De estos, once se desplazaron a Génova con un grupo de Zaragoza y dos (G. Z. G. y R. A. F.) iban con un grupo de Alemania. El Consulado español declaró ayer que esperaba que los dos gallegos de Madrid (P. S. C. y C. M. O.) fueran liberados 'en cuestión de horas', ya que fueron detenidos el viernes al igual que los dos de Zaragoza liberados ayer. Ninguno se ha podido poner en contacto con su familia o con el Consulado español en las últimas 48 horas. Las autoridades italianas tampoco han facilitado información sobre los cargos que se les imputan.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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