_
_
_
_

90 escritores ocupan la Semana Negra

El autor argelino Yasmina Khadra se convierte en la estrella de la feria literaria de Gijón

Yasmina Khadra presenta en la feria asturiana dos novelas negras, Morituri y Doble blanco, de la editorial Zoela, que son como un disparo al corazón. 'No me gusta la violencia, pero quiero mostrarla. El deber de un escritor, mi deber, es contar los problemas individuales, sociales y políticos. Y yo quiero explicar mi país, Argelia'.

Paco Ignacio Taibo, el infatigable y superactivo escritor que fundó y dirige la Semana, explica cómo ésta ha variado a lo largo del tiempo. 'Hemos abierto otros frentes, porque corríamos el riesgo de agotarnos', explicó. Magia, concursos gastronómicos, poesía, música por un tubo, un tema principal -el maltrato a las mujeres-, fotoperiodismo, son parte importante de este 14º encuentro, que finalizará el 15 de julio. Ese día se fallará el Premio Hammett de novela 2001. Hay cuatro finalistas: José Carlos Somoza, con La caverna de las ideas; Andreu Martín, con Bellísimas personas; Luis Ondarra, con Tirón, y Carlos Sampayo, con El año que se escapó el león.

Más información
La presencia latinoamericana marca la Semana Negra de Gijón
La Semana Negra reivindica la novela de denuncia social
Los escritores latinoamericanos buscan nuevas fórmulas para retratar a sus países
Los autores españoles polemizan en Gijón sobre la novela policiaca

La feria ha crecido tanto que ahora es casi un mercadillo negro. Instalada junto al Molinón, se puede encontrar en ella casi de todo: bolsos, camisas, llaveros personalizados, compactos... y libros. Y, atención, hay una interesante oferta de libros descatalogados, de segunda mano, muy interesantes.

Hay bastantes figuras en esta feria, como George R. R. Martin, una especie de dios de la ciencia-ficción (Refugio del viento, Los viajes de Tuf o Muerte de la luz). 'He trabajado 10 años en Hollywood, para el cine y la televisión. Todo el mundo me decía que tenía que cortar y cortar los guiones. Me vengo escribiendo novelones', dijo. Valerio Evangelisti 'es el propietario de un género especial en el que mezcla la fantasía con la ciencia-ficción, lo gótico con la novela histórica', presentó Taibo. 'Creador del inquisidor Eymerich, ahora prepara una historia heavy metal. Es el metal que sustituye a la carne, el frío que sustituye al sentimiento, porque tengo miedo de que en esta sociedad tan fría nadie reconozca a los otros como iguales', afirmó el escritor.

En Gijón está también Michael Tolkin (El jugador o Entre los muertos). 'Salió de Internet que yo fui uno de los guionistas de Hulk y estoy harto de que me pregunten por eso'. Los periodistas no le preguntaron; habló, a cambio, de que ha encontrado en la literatura un 'refugio'. Y el simpatiquísimo y extravertido escritor griego Petros Markaris, el inventor del teniente Kostas Jaritos, que dijo que su tercera novela negra estará dedicada a un asesino en serie.

Es imposible hablar de los casi 100 escritores que están en Gijón, pero uno de los que robaron el corazón de todos fue el afgano refugiado en París Atik Rahimi, autor de Tierras y cenizas (Lengua de Trapo), una novela breve conmovedora. 'Es la historia de un abuelo y un nieto sobrevivientes de un bombardeo cuando los rusos invadieron Afganistán. Es un diálogo interior en el que ambos piensan cómo van a contar a su padre y a su hijo, respectivamente, que toda su familia ha muerto'. Rahimi escribe en parsi. 'Es la única manera que tengo de no perder el imaginario de mi país'.

Rahimi, como Khadra, vive en el exilio, pero ambos se sienten tan vinculados a su tierra que sin ella no podrían escribir. Khadra, el comandante Moulessahoul, con 36 años en el Ejército argelino, escribe en francés, pero no se siente francófono. Desde que en 1997 publicó en Francia Morituri, su obra recorre Europa como un reguero de pólvora: ha sido traducida en Italia, Alemania, Suiza, Austria, Grecia...; ahora, en España. Primero nos llegó Lo que sueñan los lobos (Alianza) y ahora Morituri y Doble blanco. En clave negra, con jerga desafiante, con coraje y desesperación, explica en sus libros estos tiempos tan duros que vive su país. 'Trato de contar lo que pasa. Los grandes grupos financieros occidentales y algunos países árabes no quieren que se instale la democracia en Argelia'. A Mohamed no le importa que le llamen Yasmina. 'Es un truco para entrar en los lavabos de señoras', dijo con humor. Rahimi y Khadra provocaron en la Semana Negra un impresionante sentimiento solidario. Que todo les vaya muy bien.

De izquierda a derecha, Michael Tolkin, José Carlos Somoza, Paco Ignacio Taibo, Mohamed Moulessahoul y Petros Markaris, en Gijón.
De izquierda a derecha, Michael Tolkin, José Carlos Somoza, Paco Ignacio Taibo, Mohamed Moulessahoul y Petros Markaris, en Gijón.PACO GARCÍA

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_