Sanidad desaconseja donar sangre a los que vivieron en el Reino Unido entre 1980 y 1996

Ningún estudio científico publicado ha demostrado que la sangre -ni la bovina ni la humana- transmita la enfernedad de las vacas locas, ni tampoco su versión humana, llamada nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Por otro lado, algunos especialistas, como el premio Nobel y descubridor de los priones Stanley Prusiner, consideran que la lista exacta de tejidos y fluidos corporales que pueden o no pueden transmitir estas encefalopatías es todavía una cuestión abierta.

Estados Unidos, Canadá, Francia y Portugal ya evitan las donaciones de sangre de las personas que residieron en el Reino Unido durante las crisis de las vacas locas en aquel país. El panel que asesora a la Casa Blanca sobre este asunto ha recomendado extender la prohibición a los residentes en cualquier país europeo.

Las primeras reses afectadas por la encefalopatía espongiforme aparecieron en el Reino Unido a mediados de los años ochenta. Los primeros casos humanos de nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, transmitida por el consumo de vacuno afectado, se detectaron en 1996.

Al menos algunos tipos de encefalopatía espongiforme se pueden contagiar de humano a humano, pero hasta ahora sólo se ha demostrado esa transmisión en intervenciones quirúrgicas que implican la manipulación del sistema nervioso, o el uso de productos derivados del cerebro, como la antigua hormona del crecimiento.

La subdirectora de Epidemiología del Ministerio de Sanidad, Julia González, aseguró ayer que la recomendación se trata de una mera medida de precaución, e insistió en que no hay ninguna evidencia científica de que la sangre pueda contagiar la enfermedad.

"No hay razón para alarmar", dijo González. "La recomendación está en línea con lo adoptado por otros países, y el impacto calculado en el volumen de donaciones será perfectamente asumible". La subdirectora no precisó el impacto. Otras fuentes estimaban una reducción de un 0,1% en los bancos de sangre.

González explicó que la horquilla elegida, de 1980 a 1996, se explicaba porque a partir de 1996 el Reino Unido tomó las medidas necesarias para evitar el paso de vacuno afectado a la cadena alimentaria humana. La recomendación se ha limitado al Reino Unido por ser el país más afectado, pese a que Francia e Irlanda también han sufrido casos humanos.

La recomendación fue elaborada el pasado 5 de abril por la Comisión Nacional de Hemoterapia, presidida por la directora general de Salud Pública, Dolores Flores, pero fue remitida por escrito a las comunidades autónomas este fin de semana.

Fuentes de la Comunidad Valenciana confirmaron ayer que acababan de recibir el escrito, y aseguraron que aplicarían la medida "inmediatamente", informa desde Valencia Jaime Esquembre. Sin embargo, el director gerente del Servicio Andaluz de Salud, Juan Carlos Castro, afirmó que Andalucía ya aplicaba esa medida desde que la Comisión Nacional de Hemoterapia la elaboró, informa desde Sevilla Joaquín Mayordomo.

La exclusión de las personas que residieron en el Reino Unido entre 1980 y 1996 sólo se puede basar, de momento, en la buena fe del donante. Por ahora no existen tests comerciales que puedan detectar el prión (el agente causal de la enfermedad de las vacas locas en la sangre, aunque hay al menos dos pruebas experimentales, una de los laboratorios Serono y otra del Hospital Hadassah de Jerusalén, que podrán pronto predecir qué personas han estado en contacto con el prión.

La exclusión afecta también a quienes hayan sumado un año de residencia en el Reino Unido en periodos discontinuos.