Bush apoya la persecución legal de toda clonación aunque tenga fines médicos
El proyecto de ley bloqueará las 'células madre' embrionarias para reparar órganos
El Gobierno norteamericano se está decantando por una legislación muy restrictiva sobre la clonación de embriones, una futura ley que incluso prohibiría su uso para la investigación sobre células madre. La Administración de Bush, que todavía no ha tomado una decisión definitivva, está tratando de convertir en ley los diversos obstáculos políticos y morales que suscita la clonación humana entre los grupos más conservadores y religiosos, pese a que esta técnica no pretende replicar seres humanos, sino sólo obtener embriones de pocos días, sin implantarlos en un útero, para obtener de ellos células madre de uso médico.
La mayoría de los científicos están convencidos de que las células madre obtenidas de los embriones son una de las grandes promesas actuales para la medicina. Se trata de células que pueden reproducirse en cultivo indefinidamente, y luego son capaces de diferenciarse en cualquier tejido adulto: piel, hueso, hepático, neuronal, etcétera. Esos tejidos, esperan los científicos, podrán trasplantarse a los pacientes de las múltiples enfermedades debidas a la muerte de grupos de células -diabetes, Parkinson, Alzheimer, lesiones medulares, quemaduras, infartos- para reparar sus órganos dañados.
La fuente óptima de células madre son los embriones humanos de cuatro o cinco días. Y lo ideal es que esos embriones sean clones del paciente, porque así los tejidos que se trasplanten luego serán genéticamente idénticos al paciente y no provocarán el más mínimo rechazo inmunológico.
Una comparecencia ante el Congreso del subsecretario de Salud, Claude Allen, ha dado ahora la primera prueba nítida sobre la política que piensa adoptar el presidente estadounidense George Bush. Allen anunció que el Gobierno está a favor de una ley que prohíba completamente la creación de embriones clónicos y la investigación científica, pública o privada, que utilice embriones humanos para obtener células madre.
Bush respalda así una propuesta de ley elaborada por un grupo de republicanos conocida como la Ley Weldon, 'más consistente con la opinión del presidente porque se opone a las técnicas de transferencia nuclear de células somáticas para asistir a la reproducción humana o al desarrollo de terapias a base de células o tejidos', según dijo Allen en su comparecencia. [La transferencia nuclear es la técnica habitual de clonación, y consiste en extraer el núcleo de una célula del paciente, o célula somática, e introducirlo en un óvulo al que previamente se ha privado de su propio núcleo].
Sin embargo, Allen reconoció que el Gobierno norteamericano no estaba todavía totalmente decidido a aprobar una legislación tan restrictiva, y añadió que todavía someterá el asunto a estudio para 'resolver problemas técnicos'. Existentes serias discrepancias en el seno del equipo Bush sobre las medidas a adoptar. Un grupo de senadores republicanos, entre ellos algunos de los más fervientes adversarios del aborto, como el senador Orrin G. Hatch, hizo público el pasado miércoles un documento a favor del uso científico y médico de los embriones que quedaran descartados después de tratamientos en las clínicas de fertilidad.
Alternativa Otra propuesta alternativa a la presentada por Allen, elaborada por congresistas republicanos y demócratas, y muy similar a la que existe en el Reino Unido, es la respaldada por la mayoría de la comunidad científica, y propone que se puedan clonar embriones para extraer células madres siempre y cuando se garantice que no se puedan utilizar para implantarlos en un útero y crear niños clónicos.
Aparentemente, el Gobierno norteamericano ha llegado a la conclusión de que cualquier ley que autorice la clonación de embriones será problemática, porque algunos investigadores estarán tentados tarde o temprano de seguir con el experimento y fabricar seres humanos. 'Es demasiado fácil y demasiado sencillo', dijo Allen.
Algunos congresistas llegaron a plantear, en la sesión del miércoles, qué podría ocurrir si un embarazo de esas características llegara a ser descubierto. 'Ningún departamento gubernamental va a obligar a una mujer a abortar al clon', dijo el bioético de la Universidad de Chicago Leon Kass. 'Y habría una comprensible ola de protestas si la mujer fuera multada o encarcelada antes o después de que diera a luz'.
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