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Los creadores de 'Dolly' logran 'células madre' sin necesidad de clonar un embrión

La empresa de Edimburgo ha probado la técnica en vacas y predice ensayos clínicos en 4 años

La técnica para producir células madre a partir de un embrión humano fue presentada en noviembre de 1998 por el equipo de James Thomson, de la Universidad de Wisconsin (EE UU). Esas células pueden cultivarse indefinidamente en el laboratorio y luego transformarse en cualquier tipo de tejido adulto: piel, músculo, hueso, tejido nervioso o cualquier otro. La mayoría de los científicos cree que esos tejidos podrán usarse para reparar órganos dañados, por lo que revolucionarán el tratamiento del Parkinson, la diabetes, las quemaduras, los infartos y muchas otras dolencias.

Para que esos trasplantes sean realmente útiles, el embrión del que proceden las células madre debe ser un clon del paciente. Así, los tejidos resultantes son genéticamente idénticos a los del paciente y se elimina por completo el problema del rechazo inmunológico. El problema es que la clonación -y, de hecho, casi cualquier manipulación- de los embriones humanos suscita un gran rechazo social y está prohibida en todos los países occidentales excepto el Reino Unido y Estados Unidos, y aún allí con reservas.

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Un equipo científico logra "reprogramar" células sin células madre ni clonación

PPL Therapeutics, una empresa privada constituida por científicos del Instituto Roslin de Edimburgo -los creadores de la oveja Dolly- ha conseguido ahora transformar células adultas de vaca en células madre sin necesidad de crear un embrión, según reveló ayer el director ejecutivo de la compañía, Ron James, en un congreso de la Sociedad Británica de Fertilidad celebrado en Londres.

De piel a corazón

Un portavoz de PPL Therapeutics explicó ayer a este diario desde Edimburgo que los científicos no sólo habían logrado transformar la célula de piel adulta en células madre, sino que luego habían mostrado que éstas podían diferenciarse en tejidos funcionales distintos del cutáneo. En concreto, en tejido del músculo cardiaco.

El portavoz de la empresa explicó que, para poder seguir la transformación celular desde el principio, los expertos de la compañía insertaron un marcador genético (un gen que produce alguna característica visible al microscopio) en la primera célula, la de piel de vaca. Y pudieron comprobar que el marcador estaba presente luego en las células madre. Y luego en las del músculo cardiaco obtenido.

'La presencia del marcador en los tres grupos de células demuestra que las del corazón se derivaban de la original', añadió el portavoz. El experimento fue realizado por los miembros del laboratorio que PPL Therapeutics posee en Estados Unidos.

Pese a estas explicaciones, los detalles completos de la técnica permanecerán de momento en secreto para evitar que otra compañía rival pueda copiarla. Las aplicaciones médicas potenciales de las células madre son de tal magnitud que el método de PPL Therapeutics, que evita toda traba legal, puede convertirse en una inimaginable mina de oro.

'Los resultados del experimento nos dan confianza en que el método que estamos desarrollando como una fuente de células madre está funcionando, y creo que será igualmente aplicable a los seres humanos', dijo James en el congreso de Londres. 'Si todo va bien, los primeros ensayos clínicos podrían empezar dentro de unos cuatro años'.

Pistas indirectas

Pese al estricto secreto comercial, los científicos de Edimburgo han dado pistas indirectas a lo largo del último año que permiten atisbar cuál es el fundamento de su innovación. Estos investigadores son los pioneros mundiales en la clonación por transferencia nuclear. Esta técnica consiste en tomar una célula adulta de cualquier mamífero, extraerle el núcleo (que contiene el genoma completo) e introducirlo en un óvulo al que previamente se ha extraído su propio núcleo. El resultado es un embrión clónico, es decir, genéticamente idéntico al del adulto del que se obtuvo la célula de partida.

La razón de que esta técnica funcione es que el material del óvulo, por alguna razón hasta ahora desconocida, es capaz de reprogramar el núcleo adulto para que empiece a funcionar como el de un embrión recién formado. Los miembros del Instituto Roslin o de PPL Therapeutics han dado a entender en varias ocasiones durante el último año que uno de sus proyectos era el de encontrar qué factores del óvulo son responsables de la reprogramación del núcleo. Es muy posible, por tanto, que su nuevo avance se base precisamente en que han encontrado esos factores.

Casi todas las células del cuerpo contienen una copia completa del genoma. Lo que distingue a un óvulo fecundado de las demás células no son los genes, sino la sopa (citoplasma) que rodea al núcleo. Entre las decenas de miles de componentes de ese citoplasma, deben encontrarse forzosamente unas pocas moléculas, seguramente algunas proteínas, que son capaces de interactuar con los genes y devolverlos a sus patrones de actividad típicos del embrión.

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