Agricultura inmoviliza 100.000 cerdos para evitar la extensión de la peste

Una semana después de la aparición de la enfermedad en la localidad leridana de Soses, el Gobierno catalán prosigue las investigaciones para detectar la procedencia de los animales que pudieran haber generado el brote. Por su parte, el Ministerio de Agricultura ultima los análisis para conocer el origen epidemiológico del mismo, mientras ha puesto en marcha un plan de coordinación entre la Administración central y las comunidades autónomas para evitar la propagación de la enfermedad. Según los estudios actuales, la peste porcina acaba produciendo la muerte de los animales, pero no afecta al ser humano. La razón por la que se acaba rápidamente con los animales es evitar su propagación

Con los datos provisionales manejados por Agricultura, la enfermedad ha supuesto el sacrificio de unos 22.000 animales de engorde y reproductoras, mientras habría otros casi 100.000 animales inmovilizados en las zonas de protección y vigilancia que se han constituido en torno a los focos donde se detectó el brote.

Las consejerías de Agricultura de Cataluña, Valencia y Aragón prosiguen los trabajos para aislar los focos de peste procina.Estos trabajos han desembocado en las últimas horas en la inmovilización de nuevas granjas, tanto en Cataluña, al aparecer nuevos focos dentro de los ya detectados en Golmes y Vilanova de L'Águda, así como en Castellón. En Castilla y León, según el consejero deAgricultura, José Valín, todos los análisis han resultado negativos.

Los ganaderos a los que se sacrifican los animales perciben una compensación en función de un baremo determinado para hembras y los lechones, relacionado en función de los precios del mercado para los animales para el sacrificio. Estos gastos los paga al 50% la Administración española y la Unión Europea.

Para la Asociación Nacional de Productores de Porcino (Anpropagor) y la Unión de Pequeños Agricultores, lo fundamental en este momento es que se localice en origen de la enfermedad y que se hagan los estudios epidemiológicos. Desde Asaja y COAG se reclaman mayores controles a la libre circulación de animales en el seno de la UE.

España tenía erradicada la enfermedad de la peste porcina clásica desde el año 1995. En 1997 y 1998 se produjo un rebrote de la misma por la importación de animales desde Holanda, lo que supuso el sacrificio de casi un millón de animales con un coste superior a los 21.000 millones de pesetas. La peste porcina clásica es una enfermedad infecto contagiosa provocada por un virus que provoca en los animales hemorragias internas en el intestino, bazo o hígado. Se detecta por la aparición de zonas rojizas en vientre u orejas y por la falta de apetito.

Su peligro radica en que es muy facilmente transmisible por el vientro, ropas o aperos, por lo cual es preciso un gran control. Desde esta perspectiva, para evitar su traslado hornos crematorios, se opta por enterramientos en la explotación y su destrucción con cal o sosa.