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Una granizada arrasa el 40% de los cítricos y la uva en Orihuela

La lluvia alivia la sequía del campo pero no evita un riego extra

Una amplia zona de plantaciones de limoneros y viñedos de uva de mesa de La Matanza, en el norte del término municipal de Orihuela, quedó completamente arrasada por una fuerte granizada en la tarde del domingo. La tormenta afectó a toda La Vega Baja y lo hizo en general mezclada con granizo. Los cultivos más dañados han sido los cítricos y plantaciones de hortalizas. No obstante, los agricultores consideran que, en general, las precipitaciones caídas han sido positivas para el campo.

La tormenta fue especialmente virulenta en la pedanía oriolana de La Matanza, el municipio de Benferri y su entorno. En ese sector de La Vega Baja el pedrisco ocasionó daños irreparables para las próximas cosechas de limones y de uva de mesa. Los daños, según el pedáneo de La Matanza, Juan Valverde, podrían oscilar entre un 30 y un 40 % de las cosechas de los productos citados.

Aparte de ese daño general, en una zona determinada de La Matanza y Benferri la proporción de granizo fue muy superior y los daños fueron totales. Diversas extensiones de viñedos de uva de mesa y de limoneros fueron literalmente despojadas tanto de todos los frutos como de las hojas, quedando los árboles y las parras casi pelados por la acción de la piedra. Otro tanto ocurrió con algunos campos de olivos y otros frutales de las extensiones masacradas; las plantaciones de hortalizas, principalmente melones y tomates, sufrieron también daños con carácter de 'siniestro total', perdiéndose el 100% de las cosechas.

'Después de la granizada, en algunos bancales de melones, que sabíamos que los tenían plantados, no se puede ni reconocer qué había', explicó Valverde, quien calificó de muy graves los daños aunque recordó que muchos agricultores tienen asegurados sus cultivos, sobre todo en las fincas más grandes de esa zona donde el granizo se ha repetido en muchas ocasiones.

Según la Consejería de Agricultura, las precipitaciones oscilaron entre 10 y 40 litros por metro cuadrado. La lluvia llegó el mismo día en que los agricultores de regadíos tradicionales del Segura habían comenzado un riego que se prolonga durante 25 días; el agua aliviará la gran necesidad de agua del campo, aunque no evitará que el riego iniciado continúe porque las precipitaciones no han sido suficientes.

La tormenta también afectó a la Hoya de Buñol y Camp de Túria, según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). En algunos puntos de Cheste los daños a cosechas alcanzaron entre un 50% y un 75%. Cítricos, uva de mesa y uva de vinificación fueron los productos más afectados.

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