Jospin rechaza el modelo federal de Schröder y propone una Europa de Estados-nación
Francia quiere que la mayoría salida de las urnas europeas elija al presidente de la Comisión
¿Qué título tendría todo eso? El socialista Jospin no ofreció ninguno nuevo: cauteloso, precisó que hacía suya 'la hermosa idea de la Federación de Estados-nación', lanzada en su día por el ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y usada también por su adversario político, Jacques Chirac, el actual presidente de la República, a quien el primer ministro comunicó su discurso con 24 horas de antelación.
En definitiva, Jospin se apuntó a 'hacer Europa' sin 'deshacer' sus Estados miembros. Rechazó la idea de relegar a los Estados-nación a un papel equiparable al de los länder alemanes en la Federación alemana, y sugirió una organización institucional inspirada en parte en la de la V República Francesa. Todo muy comprensible: ¿qué puede parecerle más democrático a un dirigente francés que la organización de su país?
Los puntos esenciales de la propuesta son los siguientes:
Gobierno económico. Jospin propugna un 'Gobierno europeo' para la zona del euro, así como un 'fondo de acción coyuntural' destinado a apoyar a países miembros de la UE que se vean golpeados por turbulencias económicas mundiales. Jospin propone incrementar la coordinación de las políticas económicas entre los países de la UE y las consultas entre los Estados miembros antes de tomar decisiones que afecten 'globalmente' a toda la zona -una alusión a los problemas de empleo causados por decisiones de ciertas multinacionales-; así como la renuncia a la 'competencia fiscal' interna entre países de la Unión Europea.
Consejo europeo. El Consejo Europeo ha de reunirse con más frecuencia -cada dos meses- y se le debe agregar la capacidad de disolver la Eurocámara. Este esquema es el que recuerda con mayor claridad el de la República Francesa, cuyo presidente disuelve el Parlamento y nombra al primer ministro (función ejecutiva nacional equiparable al de presidente de la Comisión a escala europea) entre personas del grupo que gana las elecciones.
A este Consejo Europeo se le dotaría de un órgano permanente, constituido por los responsables de Asuntos Europeos de cada país. Es decir: de Pierre Moscovici, en el caso francés, o de Ramón de Miguel, en el español, por citar los nombres de personas que desempeñan ahora esas responsabilidades. Jospin subrayó que deberían ser 'los viceprimeros ministros' de cada Estado. Otras fuentes gubernamentales francesas añaden que este órgano debería reunirse semanalmente y actuar como una secretaría estable de la Unión Europea.
Comisión más democrática. Para paliar el déficit democrático de la Comisión Europea, Jospin introduce la idea de que su presidente sea designado en función de las mayorías emanadas de cada elección al Parlamento Europeo, y que actúe en función de un programa de legislatura. Supondría un cambio significativo sobre la Comisión actual, cuyo presidente es el fruto de negociaciones entre los Estados miembros que tienden a alternar candidatos de los países del norte con los del sur, o socialistas con conservadores. En el discurso de ayer no quedó nada claro qué competencias tendría la Comisión en relación con la comisión de ministros de Asuntos Europeos.
Las regiones, al Parlamento. Por el contrario, propuso modificar las circunscripciones en que se realiza esta elección: los eurodiputados serían elegidos no sólo en distritos de ámbito nacional, como ya sucede, sino que se tendría en cuenta a las regiones. Jospin habló también de un nuevo Congreso, que reúna representaciones del actual Parlamento Europeo y de los Parlamentos nacionales, encargado de ratificar las decisiones de la UE y de celebrar un debate anual sobre el estado de la UE.
A favor de España. Jospin rechaza caminar hacia la 'renacionalización' de algunas de las políticas comunitarias actuales. Mencionó dos: la política agrícola común (PAC), en la que Francia es la primera interesada en que siga siendo comunitaria; y la política de cohesión, que a Francia le interesa mucho menos, pero implica un gesto hacia España, en plena batalla para no perder peso en el reparto de los fondos regionales. Otro asunto de interés para España es el impulso al 'espacio judicial europeo' -el mutuo reconocimiento de resoluciones judiciales-, que Madrid considera prioritario para luchar contra el terrorismo, si bien Jospin no llegó a mencionar esta palabra.
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