Rato descarta que España tome represalias contra Marruecos

Rodrigo Rato expresó ayer, en unas declaraciones a la Cadena SER, su insatisfacción por la falta de acuerdo en el conflicto de pesca y señaló que, a raíz de la ruptura de las negociaciones, las relaciones económicas entre España y Marruecos 'han disminuido'.

Sin embargo, el vicepresidente calificó de 'muy importantes' las relaciones bilaterales y aseguró que, a pesar de la polémica generada después de que Marruecos y la UE no hayan podido llegar a un acuerdo pesquero, las relaciones entre ambos Gobiernos son 'satisfactorias'.

Respecto a la reunión mantenida el pasado viernes entre sendas delegaciones de España y Marruecos, Rato explicó que ninguno de los cinco proyectos de cooperación que interesaban a Marruecos ha quedado paralizados. Además, Rato matizó que 'ha sido Marruecos quien se ha negado a firmar un acuerdo con España y Europa'.

No obstante, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se refirió a las recientes exigencias del Ejecutivo para que Marruecos frenara el tráfico de drogas y de inmigrantes en el sentido de que 'no se puede amenazar ni represaliar' a Marruecos. Además, subrayó que los intentos en esta línea del Gobierno central no son más que 'una cortina de humo' extendida para ocultar el fracaso de las negociaciones relativas a la renovación del convenio de pesca.

Manuel Chaves, que asistió ayer a la romería de la Virgen de la Cabeza en Andújar (Jaén), dijo que Marruecos es un país vecino, situado a 15 kilómetros de Andalucía, 'con el cual creo que hay que tener buenas relaciones a pesar de los disgustos que podamos tener en algún momento determinado'. El presidente de la Junta puntualizó que los programas de cooperación que tiene Andalucía con Marruecos y los que se puedan suscribir 'estarán encima de la mesa para los contactos que en el futuro tengamos con el Gobierno marroquí'. Chaves no quiso entrar a valorar si deberá ser la Junta o el Gobierno central la que financie la reconversión del sector pesquero andaluz, después de que las negociaciones para la renovación del tratado pesquero entre la Unión Europea y Marruecos se hayan cerrado sin acuerdo.

Para el presidente de la Junta, la cuestión prioritaria es que el Gobierno español conteste 'si está en condiciones de garantizar que el dinero previsto para el acuerdo pesquero es un dinero que va a venir a España, a Andalucía, porque de ser así no tendremos que estar tirándonos los trastos a la cabeza'. Y recordó que el tratado pesquero hubiera supuesto para las arcas comunitarias 90.000 millones de pesetas en los próximos cuatro años. En todo caso, Chaves reiteró su 'absoluto rechazo' al desmantelamiento de la flota pesquera andaluza y recalcó que hará 'todo el esfuerzo que sea posible para que los barcos andaluces sigan faenando'.

Por otra parte, el líder de IU, Gaspar Llamazares, negó ayer que Marruecos 'sea el único culpable' de que no se haya llegado a un acuerdo en materia de pesca, ya que el PP, a su juicio, 'ha fracasado en las políticas pesqueras y europeas'.

Efectos sobre empresas

Las consecuencias de este 'fracaso', en expresión de la oposición, empiezan a sentirlas ya las empresas auxiliares andaluzas que basan su actividad en la manufactura del pescado. Las conserveras, fábricas de hielo, distribuidores mayores y detallistas están registrando pérdidas de facturación cercanas a un 64% desde 1999, cuando no se renovó el convenio.

Las empresas de transformación indicaron que, en las actuales circunstancias, resulta 'imposible' que la solución a esta situación se centre en la explotación de otros caladeros alternativos en distintos países del norte de África, ya que la flota no está preparada para ello, y apostaron por proyectos de diversificación e industrialización que impulsen su desarrollo. En toda la comunidad andaluza, según datos de la Consejería de Agricultura y Pesca, en el caladero marroquí faenaban 203 barcos, con 2.431 tripulantes y existían 14.000 empleos indirectos, por lo que la no renovación del tratado de pesca coloca a 227 empresas andaluzas en una 'delicada situación económica', con unas pérdidas en lonjas cifradas ya en unos 8.000 millones.