Francia estudia reforzar el control de la carne de cabra y cordero

La Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria recomendó ayer al Gobierno que aumente los controles sobre la carne de cabra y cordero, ante la posibilidad, no demostrada, de que estos animales puedan contagiarse de la enfermedad de las vacas locas y transmitirla al ser humano por el consumo de su carne. Las cabras y las ovejas tienen su propia versión de encefalopatía espongiforme (scrapie o tembladera), que no se transmite al ser humano, pero los expertos franceses tienen dudas sobre la posibilidad de que estos animales puedan contraer el prión vacuno a través de los piensos.

La agencia francesa aconseja ampliar de forma inmediata la lista de materiales específicos de riesgo (MER) para excluir del consumo humano los cerebros de ovejas con más de seis meses, en lugar de los de más de doce meses como hasta ahora. También recomienda eliminar el bazo y los intestinos. Ahora sólo se excluyen de la cadena alimentaria esos animales si proceden de rebaños en los que se han detectado casos de tembladera.

La agencia recuerda que los priones vacunos pueden transmitirse a las ovejas en condiciones de laboratorio, y que los síntomas en estos experimentos son similares a los de la tembladera.

El Comité Científico Director de la UE no descarta la posibilidad de que la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) pueda transmitirse a corderos y cabras, aunque por el momento no existe ninguna prueba de campo, según el dictamen hecho publico ayer por la Comisión Europea. Los científicos comunitarios insisten en que, salvo en experimentos de laboratorio, en la realidad no se ha constatado ningún caso, pero al mismo tiempo afirman que los conocimientos son todavía 'muy limitados, ya que no existen métodos de test ni sistemas de control apropiados para confirmar un diagnóstico'.

El comité señala que la infección -caso de ocurrir- no sólo afectaría a algunos tejidos específicos, como ocurre en las vacas, sino que se extendería de forma generalizada a todo el animal.