_
_
_
_

Un semita y un singaporense

El trabajo avalado por el Museo de Arqueología de Álava necesitó de año y medio de colaboración entre los diferentes expertos y de la ayuda de prestigiosos laboratorios para llevar a cabo los análisis genéticos. Participaron el Instituto Weizmann y la Universidad Bar-Elan (ambos en Israel) y en el Laboratorio Chemex de Canadá. Además, para que no hubiera contaminaciones externas de los huesos prehistóricos, se cuidó hasta el último detalle: colaboraron dos operadores de ADN, un semita y un singaporense, de raza china. Los restos arqueológicos se extrajeron de los yacimientos de Iruña de Oca, Acha (Vitoria), Carasta (Caicedo Sopeña) y Las Ermitas (Espejo).

Más información
¿Qué comíamos hace 2.000 años?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_