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Los ganaderos piden que se evite el sacrificio masivo por las 'vacas locas'

46 animales eliminados antes de pasar los análisis estaban sanos

Xosé Hermida

Las autoridades ordenaron el sacrificio de las 46 reses que habían convivido con las dos primeras vacas españolas enfermas de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), y finalmente, los análisis del laboratorio han confirmado que todas ellas estaban sanas. Las organizaciones del sector reclaman que si aparecen nuevos casos de 'vacas locas' no vuelvan a repetirse los sacrificios masivos.

La EEB no se contagia, pero la medida de ordenar el sacrificio de las reses que convivieron con las enfermas se basa en la hipótesis de que todas pudieron haber comido lo mismo, supuestamente algún pienso fabricado con restos animales. No parece haber sido el caso de las explotaciones de Carballedo (Lugo) y Coristanco y Cabana (A Coruña), por donde habían pasado las dos reses enfermas, ya que las otras 46 vacas sacrificadas estaban sanas, según han corroborado los análisis."Eso demuestra que no era necesario dejar a tres ganaderos sin animales y que el control de la alimentación de las reses está garantizado", afirma Roberto García, secretario general del sindicato Unións Agrarias de Galicia (UU AA). Según García, los sacrificios masivos no deben repetirse porque incluso carecen de eficacia como medida preventiva. "Ya que no existe ningún medio para detectar la enfermedad con el animal vivo, tampoco existe una garantía de que las reses que compre el ganadero para reponer su cabaña no tengan la enfermedad", aduce el dirigente sindical.

Las organizaciones empresariales también quieren impedir que se repita lo ocurrido. La Federación de Empresarios de Producción Láctea (FEPLAC) asegura que, por su parte, "y al margen de cualquier sindicato", pondrá sus servicios jurídicos a la disposición de los ganaderos afectados para evitar nuevos sacrificios masivos en caso de que aparezcan más vacas locas. Además de perder toda su cabaña, los propietarios de las explotaciones donde se hallen reses con EEB deberán mantener sus establos cerrados durante tres meses. El Gobierno gallego ya ha anunciado que desea reducir ese plazo a dos semanas, al mismo tiempo que aprobaba indemnizaciones para los ganaderos afectados.

El descenso del consumo de carne de vacuno ha provocado pérdidas de 3.700 millones de pesetas, según cálculos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Esta organización pide medidas compensatorias, como la concesión de facilidades crediticias, moratorias fiscales, jubilaciones anticipadas y la intervención pública en el mercado de la carne, informa Europa Press.

El presidente del Consejo Regulador de Ternera Gallega, Jesús González, se mostró ayer confiado en que la "psicosis" de los consumidores desaparecerá en uno o dos meses. En declaraciones a la cadena SER, González opinó que "se está sacando de quicio" la situación creada por la aparición de dos casos de vacas locas en España y "se han magnificado los riesgos" para el consumidor. A ese clima, según González, han contribuido las declaraciones "bastante desgraciadas de representantes de la Administración del Estado".

Por otra parte, Suiza decidió ayer adelantar un mes (al 1 de marzo y no de abril) la entrada en vigor de la prohibición de las harinas cárnicas en la alimentación animal.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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