La Feria de Durango concluye con un incremento del 25% en visitantes y ventas

Durango ha acogido, como cada año, la feria literaria y discográfica más importante de las obras escritas en euskera. La 35ª edición, que concluyó ayer, quedará marcada por el incremento del 25% tanto de afluencia de visitantes como de ventas. Unos 250.000 visitantes se han acercado a los 235 puestos colocados desde el martes y hasta ayer en el centro de la localidad vizcaína han mostrado. Los expositores han facturado en esta edición, en la que se presentaron 536 novedades, 200 millones de pesetas, 50 millones más que en la cita anterior.Aunque ningún libro puede colgarse el título de el más vendido, los mejor acogidos por la clientela fueron Zazpi kolore, del joven Jon Arretxe; Lur bat haratago, de Joan Mari Irigoien; Gorde ezazu lurpean, de Ramón Saizarbitoria, y Agur Euskadi, de Juan Luis Zabala. En el apartado discográfico destacaron Espilue, de Mikel Urdangarin y el recopilatorio de Itoiz.

Un fenómeno que ya es tradicional en otras ferias, la presencia de los autores y músicos para firmar a los visitantes ejemplares de sus obras, va camino de consolidarse como parte de la Feria de Durango. El presidente de la asociación Gerediaga, organizadora de esta cita que sirve de escaparate de la producción artística en lengua vasca, Antton Mari Aldekoa, destacó el sábado este fenómeno que tanto agradecen el público y los editores.

Aldekoa indicó que la presencia de los autores ha influido en la mayor afluencia de visitantes y subrayó de manera especial la presencia de numerosos jóvenes entre el público.