Retos de futuro para la industria conservera
Consumidores
La industria conservera vasca mantiene su papel fundamental de elemento integrador y traccionador de nuestra industria pesquera, de gran tradición y potencia a nivel de la Unión Europea. Asimismo, debemos destacar su importante efecto generador de empleo, al ser una industria intensiva en mano de obra, y el elevado número de familias que dependen de esta industria en las localidades en las que se asienta.Como retos más importantes a tener en cuenta se debe destacar en primer lugar el problema de garantía de suministro de pescado de calidad ante la tendencia mundial a la reducción de capturas en todas las especies por problemas de sobreexplotación y de regulaciones normativas, así como la creciente demanda de pescado para su consumo en fresco.
Ante esta situación las empresas se verán obligadas en un futuro muy cercano a internacionalizar sus compras, muchas de ellas ya lo hacen, sin renunciar obviamente a los mercados locales de donde se suministran tradicionalmente.
En segundo lugar, el factor de mayor efecto sobre el mercado radica en la concentración de ventas en la gran distribución y su fuerte potencia de negociación, que obliga a una reducción continuada en los márgenes del producto, vía precios, lo cual está claramente diferenciando a la industria conservera entre las empresas que apuestan por la calidad del producto de aquellas que lo hacen en el precio, lo cual obliga a estrategias de negocio muy diferenciadas, y, en muchos casos, a la necesidad de abordar procesos de concentración empresarial o integraciones verticales.
A este factor, se debe incorporar la propia evolución de las demandas de los consumidores hacia el consumo de pescado en fresco, productos precocinados y cambios de hábitos de consumo desde la conocida dieta mediterránea hacia la comida rápida.Ante estos retos, la industria conservera de Euskadi está destacando por su gran apuesta por la elaboración de conservas de alta calidad, principalmente en bonito del norte y anchoa en salazón o filetes, con materias primas de primera y con mercados ampliamente consolidados a nivel nacional e internacional.
Junto a lo anteriormente comentado, debemos destacar el esfuerzo que se está realizando en la implantación de sistemas de aseguramiento de la calidad, la gestión medioambiental, y la introducción de las nuevas tecnologías de la información, todos ellos instrumentos fundamentales en el mantenimiento futuro de sus niveles de competitividad, que posibilitarán que esta importante industria tractora mantenga su liderazgo histórico en el desarrollo económico y social de nuestro territorio.
Jon Andrade Aurrecoechea es secretario general de la Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado y Salazones de Vizcaya.
