El 'petróleo' andaluz
Combustibles de aceites vegetales podrían cubrir el 10% de la demanda de gasóleo agrícola
Cuando en 1900, y durante la Exposición Universal de París, Rudolf Diesel presentó el primer motor que lleva su nombre, no lo hizo funcionar con un derivado del petróleo, sino que utilizó aceite de cacahuete como carburante. Por eso, al hablar de biocombustibles obtenidos a partir de aceites vegetales, como alternativa a los derivados del petróleo, conviene no encuadrar estos productos en el catálogo de los inventos de última hora, nacidos al amparo de una cierta cultura ecologista.El biodiesel, usado en numerosas flotas de transporte público estadounidenses, puede obtenerse a partir de diferentes tipos de aceites vegetales, como los de soja, colza o girasol. Mediante un sencillo proceso, denominado transesterificación, estos aceites se combinan con alcohol y un catalizador, obteniéndose un éster (compuesto químico) graso que puede usarse, solo o combinado con gasóleo convencional, en todo tipo de motores diesel. En definitiva, para emplear este carburante no es necesario efectuar ninguna modificación en el vehículo.
La combustión de este producto es, además, mucho más limpia, disminuyendo el vertido de gases contaminantes a la atmósfera. El uso de biodiesel, que en España ya se ha ensayado con éxito, reduce en un 80% las emisiones de anhídrido carbónico y elimina las de dióxido de azufre. Los hidrocarburos aromáticos e hidrocarburos totales no quemados, peligrosos por su actividad cancerígena, también disminuyen en un porcentaje que puede llegar al 90%.
La vida útil de los motores aumenta, ya que este carburante posee mejores cualidades lubricantes que el gasóleo obtenido del petróleo, mientras que el encendido, rendimiento y consumo se mantienen en sus valores normales. A la vista de estos parámetros, la mayoría de los principales fabricantes de vehículos proporcionan en la actualidad garantías que cubren el uso de biodiesel puro o combinado con gasóleos convencionales. En Alemania, por ejemplo, este carburante está disponible en cerca de 1.000 estaciones de servicio, y también registra un importante consumo en países como Francia e Italia.
La Sociedad para el Desarrollo Energético de Andalucía (Sodean) cuantificó hace algunos años la producción potencial de biodiesel en la región. Si para este fin se plantara girasol en las 620.000 hectáreas de barbecho en secano, se obtendría por campaña el carburante equivalente a unas 234.000 toneladas de petróleo o, lo que es lo mismo, se podría reducir el consumo total de gasóleo en más de un 10%. Por su parte, la empresa Ebro Agrícola estima posible, a corto plazo, usar biodiesel para sustituir, a escala nacional, el 3% de los carburantes fósiles que actualmente se emplean en el transporte.
A estas estimaciones ha venido a sumarse el estudio que ultima la Junta, documento que se remitirá, antes de que finalice el año, al Gobierno central, para que este aplique, entre otras medidas, los beneficios fiscales imprescindibles para hacer viable el uso de estos productos. El propio consejero de Agricultura, Paulino Plata, considera que, a la vista de los cálculos efectuados hasta ahora, "sería posible sustituir un 10% del gasóleo convencional que en la actualidad se emplea en la maquinaria agrícola de la región por biodiesel obtenido a partir de aceite de girasol". Y éste es el objetivo que, para el próximo año, piensa plantear en Madrid el Ejecutivo andaluz.
No sólo se trata de buscar combustibles alternativos a los derivados del petróleo, en condiciones económicas favorables y usando materias primas obtenidas en la región, sino que también se busca revitalizar un cultivo, el del girasol, especialmente castigado por las últimas modificaciones de las ayudas europeas y que en Andalucía suma el 38% de la producción nacional.
El único problema que frena en la actualidad el uso de estos combustibles es el derivado de la fiscalización. La competencia del biodiesel frente al gasóleo convencional es imposible, señalan los especialistas, con los impuestos actuales.
A pesar de que la materia prima es mucho más accesible, un litro de biodiesel llegaría al consumidor a un precio mucho más elevado que el del gasóleo tradicional, y la única fórmula para equiparar los precios sería reducir los impuestos.
Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
"Si se quema, lisia, ciega o mata..."
Según lo dispuesto en el Decreto Ley de Medidas Urgentes de Intensificación de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios, dictado el pasado 6 de junio, antes de que finalice este año un grupo de trabajo, compuesto por representantes de diferentes ministerios, deberá presentar un informe sobre la viabilidad y fomento de los biocombustibles en el mercado español.El primer año del siglo XXI se presenta, pues, decisivo para lograr el definitivo despegue de una fuente energética de futuro, que en Andalucía puede tener uno de sus principales centros de producción. Todos los actores implicados están, por fin, decididos a sortear los problemas que venían retrasando esta decisión, convencidos de que los beneficios son evidentes.
Las bondades de este tipo de combustibles ecológicos pueden, incluso, probarse a escala doméstica, sin esperar a que su producción y distribución estén regladas. Así lo proponen diferentes instituciones y colectivos que, a través de Internet, están divulgando métodos para la fabricación casera de biodiesel. En http://lapagina.de/energia/ puede consultarse un completo manual (en castellano) sobre este particular, con instrucciones precisas para elaborar este tipo de carburante a partir de aceites nuevos o usados.
Conviene advertir, sin embargo, que en el experimento deben emplearse algunas sustancias peligrosas, cuyo manejo entraña ciertos riesgos. La advertencia se recoge de manera explícita
, y hasta con un cierto toque de humor negro, en el citado manual
: "Si se quema, lisia, ciega o mata, a Vd. mismo o a alguien, nos dejará tristes, pero no seremos responsables".
También puede visitarse la página de Veggie Van (http://www.veggievan.org/book.html) donde se detallan diferentes métodos para la fabricación casera de biodiesel, y se oferta un libro cuyo título es bastante elocuente: De la freidora al depósito de combustible.
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