Volcado a la exportación

El estudio de Unicaja desmonta alguno de los tópicos que rodean al campo andaluz: las cifras muestran que está muy lejos de ser un sector en caída libre y que su significación en la economía nacional es muy importante; cerca de una cuarta parte de la producción agraria española es de origen andaluz. Las tablas estadísticas del informe de Analistas Económicos de Andalucía muestra también que la clara vocación exterior de un sector considerado, en muchas ocasiones, arcaico. De hecho, las exportaciones agroalimentarias suponen el 40% de las ventas al exterior de la economía andaluza y han pasado de tener un valor de 230.000 millones en 1990 a los 547.000 millones de 1999.

El saldo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones) del sector agroalimentario siempre ha sido positivo durante estos años y ha permitido que la economía andaluza muestre, en los últimos cuatro años, una balanza comercial total con saldo positivo. Así, los cultivos que reflejan un mayor dinamismo en esta década son los que han tenido una mayor vocación exterior (hortícolas, frutales y cítricos, flor cortada) y, por contra, los problemas del sector olivarero para despegar a pesar de su capacidad de producción, se relacionan con su escasa penetración en mercados internacionales.

El comercio exterior ha contribuido a incrementar notablemente la renta de agricultores y ganaderos en la última década. Sin embargo, este aumento no se ha distribuido de forma igualitaria. Asociaciones agraria y partidos políticos estudian desde hace tiempo diversas fórmulas de modulación de las ayudas públicas para paliar la desigualdad en el campo andaluz.