Boliden dejará en 2001 la mina que provocó la catástrofe ecológica en el entorno de Doñana
La filial española presenta suspensión de pagos para hacer frente a una deuda de 14.600 millones
La precaria situación financiera de Boliden Limited ha llevado a la multinacional sueco-canadiense a abandonar su explotación minera en Aznalcóllar, herida de muerte desde que su balsa minera reventó el 25 de abril de 1998 y provocó el vertido de 5,5 hectómetros cúbicos de agua ácida y lodo tóxico en el entorno de Doñana. La filial española, Boliden Apirsa, presentó ayer un expediente de suspensión de pagos para saldar la deuda que arrastra, unos 14.600 millones de pesetas, y "concluir sus operaciones de una manera ordenada". La empresa ya ha fijado su fecha de partida: octubre de 2001.