Explotado por aprender inglés
El verano se acaba y algunos y algunas lo aprovechamos para irnos al Reino Unido para mejorar el inglés. Allí, la mayoría de las veces, trabajamos donde ningún británico quiere y nos alaban nuestro ahínco y buen trabajo. Yo trabajé durante tres semanas en uno de los Burger King de Edimburgo. La historia es penosa por sí misma -multitarea, recogebasura, limpiasuelos, horas extras sin avisar y un largo etcétera aderezado con olor a hamburguesas y patatas fritas-, pero el final la supera. No me han pagado aún las 45.000 pesetas que me deben. A pesar de las cartas enviadas, ninguna respuesta. El monstruo multinacional hamburguesero es inmune. Mi caso no es único, pero la distancia acalla las voces españolas explotadas por aprender inglés. Tarea difícil.- .
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