Un valioso colaborador de la CIA
La excelente relación de Vladimiro Montesinos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) era de dominio público en los medios políticos peruanos. Otros siniestros personajes latinoamericanos estuvieron en nómina de la central de inteligencia, como el general chileno, Manuel Contreras, ex jefe de la policía política pinochetista, o el dictador panameño Manuel Antonio Noriega. Los dos cumplen condena en Chile y Estados Unidos. El diario The Washington Post ha confirmado las vinculaciones del jefe de SIN y la CIA, que hasta el último momento apoyó al asesor peruano. Según el rotativo, este respaldo ha sido una fuente de conflictos dentro de la Administración estadounidense.
Los repetidos intentos del Departamento de Estado durante las Administraciones de los presidentes George Bush y Bill Clinton de desplazar a Montesinos de la jerarquía del servicio de inteligencia peruano chocaron con la oposición de la CIA, que considera al peruano como aliado indispensable en la lucha contra el narcotráfico. Las relaciones de Montesinos con la agencia de EE UU es anterior a 1990, cuando empieza a colaborar con Fujimori, y se remonta a sus años de capitán del Ejército peruano, del que fue expulsado por vender secretos militares a EE UU.
El 8 de septiembre pasado, el consejero para la Seguridad Nacional, Samuel Berger, y la secretaria de Estado, Madeleine Albright, dirigieron un claro mensaje a Fujimori en una reunión mantenida en Nueva York, en la que señalaron inequívocamente que las relaciones entre Perú y EE UU no mejorarían mientras Montesinos siguiera en el poder.
Otra versión recogida en Washington asegura que en dos ocasiones la CIA frenó las embestidas del Departamento de Estado contra Montesinos. Sólo después del descubrimiento de una operación de tráfico de armas a la guerrilla colombiana, en las que posteriormente se demostró la implicación del propio jefe del SIN, la CIA entregó la cabeza de su aliado peruano.
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