Fujimori se compromete a destituir de inmediato a Montesinos y desactivar el servicio de inteligencia
El Gobierno de Panamá rechaza la petición de asilo político del asesor del presidente peruano
En su primer gesto para salir de la crisis política, el Gobierno de Alberto Fujimori se ha comprometido a gestionar y dictar mañana una resolución de cese en sus funciones del asesor presidencial y jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, en paradero desconocido. El Ejecutivo ha enviado también al Congreso un proyecto de ley que contempla la desactivación del SIN en 15 días. Ambas decisiones son resultado de la reunión celebrada la noche del viernes en Lima entre Gobierno y oposición bajo el auspicio de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Gobierno panameño rechazó ayer la petición de asilo político para el siniestro asesor de Fujimori. Un escueto comunicado de la presidencia de la República de Panamá informó que "el viernes por la noche el Gobierno recibió la solicitud verbal de asilo en favor del ciudadano Valdimiro Montesionos, por medio de una llamada telefónica del primer ministro de Perú, Federico Salas". En Lima ya estaba preparado un avión del Banco de Crédito para trasladar a Montesinos a Panamá. La agencia brasileña Folha aseguró ayer que el Gobierno de Brasil ha rechazado una solicitud de asilo similar. No obstante, Brasil desmintió ayer que haya recibido esa petición.La noticia llega unas horas más tarde de que Fujimori, por presiones de dentro y fuera de Perú, prometiera la destitución de Montesinos. Fujimori anunció hace una semana a sus conciudadanos que dejaba el poder y convocaba elecciones anticipadas porque la situación era insostenible. Dos escándalos consecutivos -el tráfico de armas a la guerrilla colombiana y el soborno a un congresista- con Montesinos como protagonista habían dejado al descubierto a un régimen que ya estaba muy deslegitimado, tras un proceso electoral fraudulento. Fujimori trató de desprenderse de su asesor, que se resistió con el apoyo de la cúpula de las Fuerzas Armadas. Sin el respaldo militar, el presidente no tenía otra opción que dimitir. Dio el paso y aprovechó para anunciar la desactivación del SIN. Pocos le creyeron.
Durante siete días, Fujimori y sus ministros esquivaron como pudieron el clamor que exigía la destitución del asesor, que desapareció de escena. Rumores de amenazas golpistas han salpicado una semana cargada de tensión. Desde la sombra y rodeado de sus amigos generales, Montesinos seguía, y probablemente sigue, manejando los hilos del poder. El Gobierno había reiterado toda la semana que no se podía publicar ningún decreto de destitución al no existir una resolución de nombramiento de Montesinos. Su cargo era asesor ad honorem del presidente. Hasta la reunión de la noche del viernes, la argucia funcionó. Allí los representantes de la oposición presentaron el acta del pleno del Congreso del 26 de septiembre de 1996 en la que el ex primer ministro Alberto Pandolfi informó de que "el doctor Vladimiro Montesinos presta efectivamente servicios como asesor de la Alta Dirección del Servicio de Inteligencia Nacional". Y añadió: "En dicho cargo ha sido nombrado por resolución suprema". Ante esta prueba, los representantes gubernamentales aceptaron gestionar para mañana una resolución que demuestre que Montesinos no ejerce cargo alguno.
El proyecto de ley para desactivar el SIN que el Ejecutivo ha enviado al Congreso hace una velada referencia a la referida resolución al señalar que "se confirman los actos de gobierno mediante los cuales, antes de la vigencia de la presente ley, se hubiese cesado al personal del Servicio de Inteligencia Nacional". El jurista Diego García Sayán, presente en la reunión, precisó ayer a EL PAÍS que, aunque es prematuro hablar del fin del SIN, "el aparato de Montesinos está en problemas serios". Desactivar un engranaje tan complejo conllevará, si realmente se hace, bastante más que 15 días. Un documento de la organización clandestina León Dormido, que agrupa a oficiales descontentos con la actual jerarquía militar, señala que el SIN contaba en 1987 con 2.800 miembros y su presupuesto era de 10 millones de dólares.
El SIN de Montesinos tiene en sus filas "70.000 agentes de distintas categorías, roles y funciones, incluyendo los 3.600 hombres de la Brigada Júpiter El presupuesto supera los 600 millones de dólares anuales, más del 5% del presupuesto de la República, aunque sean ingresos propios y negros". La financiación del servicio de inteligencia es secreta.
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