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48º FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Ang Lee destapa la "sensibilidad" de las cintas de artes marciales

Maribel Marín Yarza

Carga emocional

Ang Lee (Taipei, Taiwan, 1954), autor de Sentido y sensibilidad, no es amigo de las extravagancias, pero le gusta dejar bien claras sus opiniones. "Se necesita mucha resistencia y tenacidad para hacer películas de artes marciales". Lo dice por experiencia propia. Ayer presentó en San Sebastián su última producción, Crounching tiger, hidden dragon, una cinta en la que utiliza el género para destapar la sensibilidad del pueblo chino.El filme tiene un corto pero brillante recorrido; se pasó en Cannes fuera de competición y ayer inauguró la sección Zabaltegi del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. No batalla, por tanto, por la Concha de Oro, pero a Lee no parece importarle. "No creo en los concursos", dijo con sinceridad.

Lee, que saboreó su consagración artística con El banquete de boda en 1993, se presenta renovado con una singular obra de artes marciales que marca un punto de inflexión con su filmografía anterior. Ayer se negaba a hablar de ruptura, insistía en que ha tomado como paraguas este género para abordar "una película sensible, emocional y romántica, bajo la que subyace la sociedad china oprimida". Se trata de un filme que, pese a su enfoque épico, trata de "ahondar en sentimientos reales" a partir de una estética muy cuidada.

El realizador, autor de Comer, beber, amar y La tormenta de hielo, debutó como director con Pushing Hands en 1992. Inició su carrera -desarrollada íntegramente en Estados Unidos- radiografiando dramas familiares, aunque siempre tuvo en mente hacer películas de género como Crouching tiger, hidden dragon. "Siempre fue mi sueño hacer una película de artes marciales con gran carga emocional", reconoció ayer. Pero se resistió a involucrarse entonces en un proyecto de estas características por "el coste económico" y porque considera que tenía mucho que aprender. "Me faltaba adquirir destreza cinematográfica, aprender este lenguaje".Ahora que ha salido airoso del proyecto, reconoce que no ha sido fácil. "En las producciones épicas no hay normas, las fijas tú, pero no tienes apoyo en la producción". Observa además que este género no se valora lo suficiente, porque "en Asia se considera como serie B". Lee ha tratado de "vaciar de violencia" el filme , primar la belleza y la sensualidad, con escenas marciales más bien convertidas en coreografías. Para ello se ha rodeado de un reparto de estrellas encabezado por Michelle Yeoh y Chow Yun Fat. Ayer adelantó que su próximo proyecto caminará por otro sendero: realizará una comedia de pequeña escala producida en Nueva York.

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