Un hombre que fue 'fusilado' dos veces en un día denuncia al exdictador
Dos sobrevivientes de los pelotones de fusilamiento de la dictadura militar, uno de los cuales estuvo en dos oportunidades frente al paredón, estremecieron a los chilenos con sus relatos después de presentar sendas querellas criminales contra el exdictador y senador vitalicio Augusto Pinochet. Manuel Maldonado Gatica fue detenido en Santiago con un hermano y su padre seis días después del golpe de Estado del 11 de septiembre. En pleno toque de queda, los carabineros los subieron junto con otros prisioneros a un furgón policial cuya cabina trasera estaba salpicada de sangre y con paja en el suelo para absorberla. Comprendieron que iban a ser fusilados, y con un rápido intercambio de miradas se pusieron de acuerdo para intentar huir.
Cuando los bajaron, su hermano y su padre se acercaron a sus captores, dándole la oportunidad a Manuel de huir para ocultarse en las sombras nocturnas de una población cercana. "Me buscaron durante una hora y media, pero logré esquivarlos". Una patrulla militar lo encontró después y lo trasladó al Estadio Nacional, usado como campo de concentración.
Allí le dieron una paliza. "Te vamos a matar, tú tenís que morir", le decían los militares al llevarlo dos días después con otros tres prisioneros a la ribera del río Maipo, a fusilarlo. Resignado, pidió que dejaran de golpearlo y se fue a hincar con los otros.
En la orilla, abruptamente y sin pensarlo, se arrojó al río. "Caí entre las piedras", cuenta, y en la oscuridad logró otra vez fugarse. Esperó hasta creer que se podía juzgar a Pinochet para presentar una querella. "Se lo debía a mi hermano, mi padre y los compañeros fusilados", dice.
Afortunado y resistente fue Luis González Plaza. Detenido el 12 de octubre de 1973 por carabineros en una barriada del sur de la capital junto con otras 12 personas, lo llevaron al puente Bulnes, que cruza el río Mapocho a pocas cuadras del centro, a fusilarlo. Cuatro balas de la ráfaga lo alcanzaron en el tórax y cayó con los demás. Pero quedó vivo y niños de una población cercana le ayudaron a salir. Esperó hasta superar el miedo para presentar su querella contra el ex dictador.
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