Los asesores del Gobierno español apoyan la investigación con embriones humanos Diversos expertos abogan por reabrir el debate de la clonación con fines terapéuticos
La Comisión Nacional de Reproducción Asistida, el grupo de expertos que asesora al Gobierno español sobre fertilidad y embriología, es mayoritariamente favorable a que los 30.000 embriones humanos congelados que almacenan las clínicas de reproducción asistida puedan usarse para investigar con fines médicos, según fuentes cercanas a la comisión. Estos asesores presentarán su recomendación al Gobierno antes de dos meses. Otros científicos van más allá y creen que se debe replantear la actual prohibición de clonar embriones humanos para extraer células y tejidos para trasplantes.
La postura del comité científico que asesora al Gobierno británico en materia de reproducción humana, dirigido por Liam Donaldson, y que, según trascendió el lunes, recomienda la autorización de la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, ha reabierto el debate sobre una técnica que la mayoría de los científicos considera muy valiosa para reponer los tejidos dañados en los pacientes de numerosas enfermedades.En España, la Comisión Nacional de Reproducción Asistida no ha tratado por el momento el asunto de la clonación -prohibida por la Ley de Reproducción Asistida y por los convenios internacionales suscritos por España-, pero sí ha logrado el acuerdo suficiente para recomendar al Gobierno los ajustes legales necesarios para que los laboratorios españoles puedan utilizar para investigar los 30.000 embriones humanos sobrantes de los tratamientos de fertilización in vitro, siempre según fuentes cercanas a la comisión.
No obstante, el grupo de expertos, del que forman parte médicos, científicos y especialistas en bioética, está dividido sobre este polémico asunto. No se puede descartar por completo que en las próximas semanas algunos expertos se echen atrás y el sector favorable a la autorización pierda la mayoría.
La clonación y la utilización experimental de los embriones humanos son, en realidad, dos partes del mismo objetivo científico: la obtención, a partir de embriones humanos de pocos días, de cultivos de células madre que pueden producir luego tejidos útiles para trasplantes. Si este procedimiento empieza por una clonación, la ventaja es que los tejidos resultantes son genéticamente idénticos a los del paciente, lo que evitaría el rechazo inmunológico.
Ley estricta
Javier Rey, secretario de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, explica que la legislación española, a diferencia de la británica, es muy estricta en la prohibición de la clonación humana. España ratificó en noviembre de 1999 el llamado Convenio de Oviedo sobre derechos humanos en relación a la biomedicina, que prohíbe expresamente la creación de embriones humanos con fines experimentales. Este convenio entró en vigor el 1 de enero pasado. El Reino Unido no ha suscrito este convenio.
La clonación también está prohibida por la Ley de Reproducción Asistida de 1988 y por el Código Penal, aunque estos dos textos se refieren a la clonación de personas completas, y sus redactores no pudieron tener en cuenta las posibilidades terapéuticas de la técnica.
"Sin embargo", explica Rey, "el Convenio de Oviedo no afecta para nada a los embriones congelados en las clínicas. La Ley de Reproducción Asistida de 1988 sí prohíbe investigar con embriones vivos y viables, pero es discutible que la expresión vivo y viable sea aplicable a un embrión de dos semanas que no ha sido implantado en un útero".
Blanca Miranda, coordinadora de la Organización Nacional de Trasplantes, señala que la prohibición de la clonación y la manipulación de embriones responde al amplio rechazo social a la utilización de esas técnicas con fines reproductivos. "Cuando se formularon esas leyes nadie pensaba en las posibilidades que esas técnicas podían abrir para el trasplante de tejidos", dice Miranda. "Si se confirman esas posibilidades, el debate de la clonación debe reabrirse. Es un asunto importantísimo".
Otros expertos se manifestaron ayer a favor de reabrir el debate de la clonación. Entre ellos el ex presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Emilio Muñoz, el presidente de la Sociedad Española de Genética, José Ignacio Cubero, el director del Instituto de Bioética de la Fundación Ciencias de la Salud, Diego Gracia, y el investigador José Luis García López.
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