Un arma estratégica llamada CCR5
CCR5 es una proteína que, situada en la membrana de ciertos glóbulos blancos de la sangre (linfocitos y macrófagos), resulta necesaria para que el virus del sida pueda infectar esas células. El gen que fabrica esta proteína sufre una mutación relativamente frecuente en la población blanca: entre el 15% y el 20% de los europeos y americanos blancos lleva la mutación en uno de los dos cromosomas, y el 1% la lleva en ambos. En éstos últimos individuos, la mayoría de las cepas del virus del sida es incapaz de penetrar en las células. Incluso en las personas con un solo gen mutante, el curso de la infección parece ser más lento de lo normal.Los expertos no recomiendan utilizar estos resultados para predecir qué personas están protegidas contra la infección, ya que no está claro por el momento que dicha protección sea completa. El interés del receptor CCR5, sin embargo, es enorme por otros motivos. Futuras terapias genéticas aparte, un fármaco que lograra pegarse a él y bloquearlo podría frenar la progresión de la enfermedad en cualquier paciente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.