Clinton, Al Gore y Bush se apuntan
La prueba de que el idioma español arrasa en Estados Unidos es que por primera vez el presidente norteamericano, Bill Clinton, pronunció en 1998 parte de su respuesta al discurso sobre el estado de la Unión en español. Y, tras él, los dos candidatos para sucederle este año como inquilino de la Casa Blanca, Al Gore y George W. Bush, han colgado en su página de Internet una entrada donde cuentan sus excelencias en ese idioma.
Como anticipo de los datos apabullantes sobre la afición (y necesidad) de los estadounidenses al idioma español están en el anuario que el Instituto Cervantes presentará en mayo: el 80% de los estudiantes de secundaria en Estados Unidos (donde no es obligatoria la enseñanza del español) elige este idioma como segunda lengua. El 90% de los alumnos de enseñanza básica hace la misma elección. Y en la universidad uno de cada dos estudiantes opta por el español, en un país en el que conviven 20 millones de hispanos.
"El inglés es el inglés; ahora, si se me permite, el español se configura como la segunda lengua en el mundo", declaró ayer el director del Instituto Cervantes, Fernando Rodríguez Lafuente.
Y es que el español también ha extendido sus tentáculos en Extremo Oriente (China, Japón y Vietnam, sobre todo).
En el Reino Unido los bancos de inversión están llenos de jóvenes profesionales españoles que captan clientes. Y en ese país y en Alemania el español es el segundo idioma después del inglés.
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