Las ayudas europeas para renovar la flota pesquera vasca favorecen el desguace definitivo

La flota pesquera vasca está experimentado una profunda transformación para ser competitiva y adecuarse a las limitaciones y exigencias que establece la Unión Europea (UE). Las ayudas aprobadas en el último consejo de ministros de Pesca europeos, 21.600 millones de pesetas para los próximos seis años para el País Vasco, no benefician en exceso a los armadores que quieren renovar embarcaciones de bajura, sino, sobre todo, a los que desean desguazar definitivamente. Por cada 100 toneladas nuevas que se construyan se tienen que desguazar otras tantas.

En los próximos años no está previsto que ninguno de los barcos de los puertos de Euskadi que faenan en las pesquerías de altura o bajura cesen su actividad. La flota de pesqueros que trabajan en el sector, 474 barcos, está adecuada a las actuales necesidades económicas, según el viceconsejero de Pesca Luis Miguel Macías. "No está sobredimensionada, en 1997 se eliminaron un centenar de barcos y se destinaron 8.000 millones de pesetas en ayudas. Sí es necesario una renovación porque las embarcaciones son viejas. Tenemos que adaptarla a las exigencias de la pesca del próximo siglo, que no son pescar más sino pescar mejor". La mayoría de los barcos matriculados en los puertos vascos superan los 20 años de edad y por lo tanto es imprescindible mejorar la seguridad de los tripulantes, la habitabilidad de los barcos y el manipulado de pescado, afirma Macías.

Los astilleros de Guipúzcoa y Vizcaya van a construir en los próximos años 44 nuevos barcos, la mayoría de éstos destinados al sector de bajura y se invertirán 9.500 millones de pesetas. El Gobierno vasco no está dispuesto a que los hombres que trabajan en la Pesca lo hagan en desigualdad de condiciones de como lo hacen otros Estados miembros de la UE. Por ello, está preparado para denunciar el incumplimiento de Francia e Irlanda en la reducción de buques de enmalle a la deriva para la captura de atún.

Desde 1998 el número de embarcaciones de cada Estado miembro no podía exceder del 60% de los pesqueros que hubiesen utilizado ese tipo de redes en el periodo 1995-97 y la eliminación definitiva de este tipo de embarcaciones está fijada para enero el 2002. En la próxima campaña del bonito, el Ejecutivo autónomo tratará de impedir que los barcos volanteros faenen en las aguas en las que se utilizan artes tradicionales y pedirá que ese sistema no sea sustituido por otro que esquilme igual la pesquería. Tanto en el Gobierno vasco como en el sector pesquero de bajura, 366 embarcaciones en las que están empleados 2.723 hombres, están preocupados por el anuncio de suspensión o reducción drástica de las capturas de anchoa en el Golfo de Vizcaya, ya que perjudicaría a muchos pueblos de Euskadi en los que el 60% de su economía depende e la mar.

Los responsables de Pesca del Ejecutivo vasco, partidarios de establecer TAC (Total Admisible de Capturas), inferior al actual, reclaman a la UE que retire a Francia las 5.000 toneladas de más que sus barcos están pescando desde 1995 procentes de un intercambio de cuota con Portugal. "Advertimos de que el stock de anchoa se estaba reduciendo y que no era conveniente seguir pescando tanto porque iban a afectar a nuestros recursos.

Han tardado cinco años en darnos la razón", afirman organizaciones ecologistas. Los pesqueros de bajura del País Vasco han logrado capturar en la campaña de este año el 28% más de anchoa que la anterior, lo que ha supuesto unos ingresos superiores a los 3.500 millones de pesetas. Los próximos meses son decisivos para el futuro de un sector económico tradicional del País Vasco como es la pesca de anchoa, ya que en el mes de marzo se inicia la temporada para capturar ese tipo de pescado.