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Sólo 800 puntos de venta y distribución de fármacos para ganado están controlados

La Federación de Empresarios Farmacéuticos calcula que hay 20.000 dispensadores

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La Federación de Empresarios Farmacéuticos (FEFE) calcula que hay en España unos 20.000 establecimientos y cooperativas donde los ganaderos pueden adquirir antibióticos para alimentar a los animales. Las consejerías responsables de sanidad son las que deben autorizar, censar y controlar esos puntos de dispensación, pero la realidad es que sólo 800 de ellos aparecen registrados por las comunidades autónomas. Las autoridades sanitarias, por tanto, no pueden garantizar que los piensos están libres de antibióticos prohibidos en la alimentación animal.

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La situación de descontrol en la venta de antibióticos para alimentación animal en Castilla-La Mancha (véase EL PAÍS de ayer) llevó al Grupo Popular de esa comunidad a solicitar, ayer, la comparecencia parlamentaria urgente de los consejeros de Sanidad y Agricultura, para que expliquen qué piensa hacer la Junta ante una práctica que supone un creciente riesgo para la salud humana, debido a la generación de resistencias bacterianas que luego son muy difíciles de tratar en los pacientes.Pero el caso de Castilla-La Mancha dista mucho de estar aislado. Otras cuatro comunidades (País Vasco, Comunidad Valenciana, Canarias y La Rioja) tampoco tienen un registro de puntos de venta autorizados, pese a estar obligadas a ello por el real decreto 109/95, que estableció hace casi cinco años una estricta regulación de la venta y distribución de fármacos para uso animal.

Otras tres comunidades afirman tener registros en uno u otro de sus departamentos o delegaciones provinciales, pero han sido incapaces, a requerimiento de este diario, de facilitar el número de establecimientos que supuestamente tienen censados. A este grupo se adscriben Murcia, Asturias y Castilla-León. Cataluña, por su parte, asegura tener censados "unos 200" establecimientos.

Las otras 12 comunidades sí disponen de registros, cuya magnitud varía entre los 147 establecimientos censados en Galicia y los 20 de Navarra. En total, e incluyendo los casos dudosos, hay registrados en toda España 779 puntos de venta de fármacos para ganado. Una cifra muy distante de los 20.000 puntos de venta o dispensación que, según calculan los empresarios farmacéuticos, existen en España.

Venta directa

La Asociación Nacional de Empresas Distribuidoras de Productos Zoosanitarios (Asemaz) agrupa a 400 establecimientos de ese tipo en España. Su director gerente, Javier Cacho, explica que es importante distinguir entre la alimentación del ganado con fármacos -todos los antibióticos excepto cuatro están prohibidos en este capítulo- y el uso restringido de un antibiótico para tratar a algunos animales enfermos, práctica para la que se permiten más especialidades.

Cacho asegura que los establecimientos agrupados en Asemaz están autorizados, aunque casi todos lo fueron hace más de diez años, antes de la entrada en vigor del decreto 109/95. También asegura que en Castilla-La Mancha no hay más de 40 tiendas propiamente dichas, de las que 31 pertenecen a su asociación. El resto, según él,son cooperativas que no venden al exterior, sino que se limitan a dispensar los fármacos entre sus ganaderos asociados.

Cacho, sin embargo, admite que varios laboratorios farmacéuticos españoles, generalmente de pequeño o mediano tamaño, venden medicamentos para uso animal directamente a los ganaderos, sin ningún tipo de control. También reconoce la existencia de firmas distribuidoras de piensos que venden sus productos a los ganaderos sin pasar por los intermediarios detallistas. Tampoco hay control sanitario en estos casos.

Acaparar la venta

Las organizaciones ganaderas de Castilla-La Mancha acusaron ayer a los farmacéuticos de intentar acaparar la venta de medicamentos para el ganado. El secretario regional de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Antonio Castellanos, dijo que el sector farmacéutico lleva 20 años queriendo controlar ese mercado "porque ellos mismos reconocen que mueve mucho dinero". La patronal Veterindustria calcula una facturación de 84.000 millones de pesetas al año, pero el Ministerio de Sanidad reconoce una gran economía sumergida en el sector.

Castellanos acusa a los farmacéuticos de crear alarma social con su denuncia y ve claro que el objetivo de los farmacéuticos "es que los medicamentos se vendan en las farmacias para quedarse con el margen de beneficios".

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, Luis Longobardo, aseguró que el descontrol no es exclusivo de Castilla-La Mancha, sino que está generalizado en todo el país, y que uno de los objetivos del decreto sobre medicamentos veterinarios que está elaborando la Consejeria de Sanidad es precisamente que haya un farmacéutico por cada punto de venta, para garantizar el control sanitario.

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, dijo que la denuncia de los farmacéuticos responde a un interés que "no es ni honesto ni legítimo", porque lo que están buscando con su denuncia es el "lucro personal".

En cualquier caso, cree que no se puede generalizar porque sería una "auténtica irresponsabilidad", aunque reconoció que hay que intentar mejorar los servicios de control. Alonso también se quejó del daño que estas denuncias hacen al sector ganadero. Por su parte, la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha niega que la venta se realice en cooperativas ganaderas y asegura que hay un "estricto control" por parte de los servicios veterinarios.

Con información de Isabel Salvador, Marta Cantero, Jeremías Clemente, Antonio Aguilar, Joaquín Mayordomo, Concha Monserrat, Jaime Prats, Xosé Hermida, Andreu Manresa, Ignacio Martínez, Mikel Muez, Francisco Forjas, Marta Costa-Pau, Naiara Galarraga y Javier Cuartas.

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