Málaga y Granada son las dos provincias donde se registran más intoxicaciones alimentarias Los brotes tienden a disminuir en restaurantes y bares y a aumentar en el ámbito doméstico

Los alimentos no siempre suponen un disfrute. Con las altas temperaturas que se soportan en la comunidad andaluza durante la temporada estival, si no se toman las precauciones adecuadas, pueden dar más de un disgusto. Según datos de la Consejería de Salud, la mitad (47%) de las intoxicaciones se produce en verano y por causas directamente relacionadas con el calor como son la conservación de los alimentos a temperatura ambiente, una refrigeración insuficiente o la prepararación de las comidas con demasiada antelación. El consumo debe ser más inmediato en verano. Las restricciones normativas y los controles sanitarios llevados a cabo han conseguido una disminución de los brotes de intoxicación que se producen en establecimientos públicos pero, como contrapartida, los casos originados dentro del ámbito doméstico han aumentado de un 55% en 1992 hasta un 58% a final del año pasado. Ámbito familiar Los últimos datos proporcionados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía corresponden al año pasado, 1998, período en el que las intoxicaciones alimentarias descendieron en la comunidad un 5% con respecto a 1997. Según un boletín de la Consejería, el 50% de los casos se registraron en Granada y Málaga, un porcentaje alto que la Administración atribuye a una mayor capacidad de detección del sistema de alerta sanitaria. Ambas provincias y Huelva son las que tienen las tasas más altas de intoxicaciones: 5,6, 4,7 y 6,3 por cada 100.000 habitantes, respectivamente. El informe elaborado por la Junta refleja el descenso progresivo de los brotes en establecimientos públicos y el aumento en el ámbito familiar. Esta tendencia es el resultado de una orden que desde 1992 prohíbe la utilización del huevo crudo -uno de los alimentos que más intoxicaciones causa- en bares y restaurantes. Salud también lo achaca a que se ha producido una mejora en la calidad de los establecimientos y al refuerzo de la vigilancia que se establece en la larga temporada veraniega de la comunidad. A la luz de los datos, la Administración sanitaria hace hincapié en una serie de consejos a seguir en la cocina de casa: comprar huevos sólo en la red comercial, no utilizar los que estén rotos, consumir las salsas inmediatamente después de su elaboración y desechar los restos. Hay que tener en cuenta que las ensaladillas, la mayonesa y los huevos son los causantes del 43% de las intoxicaciones alimentarias. En el ámbito doméstico, incluso, estos alimentos tienen una mayor incidencia nociva (61%) que en los establecimientos de restauración (33%). El boletín del Sistema de Vigilancia Epidemiológica que edita la Consejería apunta: "Los factores contribuyentes de los brotes siguen estando relacionados con la conservación inadecuada de alimentos, el largo período de tiempo desde su preparación hasta su consumo y la elaboración en grandes cantidades, situaciones que se multiplican cuando aumenta la demanda". Hospitalizados Este año aún no hay datos provisionales, pero el balance de 1998 arroja 2.848 afectados de los cuales 255 (9%) tuvieron que ser hospitalizados. El número de ingresados en centros sanitarios por consumo de alimentos contaminados en el propio domicilio aumentó en relación a las hospitalizaciones derivadas de la ingesta en establecimientos públicos. Es por esta razón por la que la Consejería de Salud, al margen de mantener, e incluso aumentar, la vigilancia sobre bares y restaurantes, incide especialmente en la prevención doméstica. Isabel Andújar, jefa del Servicio de Salud de Málaga, sintetiza los consejos: "Las salsas deben consumirse inmediatamente y no guardarse nunca. Las verduras crudas hay que lavarlas bien, debe mantenerse la cadena de frío, refrigerar los alimentos en el sitio adecuado y no utilizar el mismo cuchillo para cortar alimentos crudos y cocidos". En verano, con las altas temperaturas, es cuando las bacterias hacen su agosto.