Barcelona recibe la medalla de oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos
Los tres alcaldes socialistas de la ciudad recogieron ayer el premio en Londres
"En Barcelona identificamos ciudad con mejora", dijo ayer Pasqual Maragall. "El ojo se ha acostumbrado no a ciertas formas, sino a ciertos ritmos en la evolución de las formas". Esta transformación que comenzó hace dos décadas se ve reconocida internacionalmente con el galardón que brinda a Barcelona el Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA). El premio resalta la labor de sus tres alcaldes socialistas, Narcís Serra, Pasqual Maragall y Joan Clos, y de los arquitectos Oriol Bohigas y Josep Acebillo. Todos ellos viajaron ayer a Londres para recibir la medalla, que por primera vez se concede a una ciudad, y una carta personal de la reina Isabel II en una ceremonia solemne y académica.
Es la primera vez que una ciudad recibe la medalla de oro , un obsequio de la reina Isabel, que el RIBA concede anualmente desde 1848. Barcelona inaugura una nueva etapa en el centenario galardón, entre los más prestigiosos del mundo, que viajó en ediciones anteriores a los estudios de Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe y Renzo Piano, entre otros. "Es el reconocimiento de la labor de varios equipos y de toda una sociedad que se ha movilizado para hacer realidad lo que ahora es Barcelona. Aceptamos este honor como una nueva responsabilidad, reto y estímulo para el futuro. Les agradecemos que nos den esta oportunidad ", dijo el alcalde de la ciudad, Joan Clos, tras recibir la medalla.
La candidatura de Barcelona triunfa en una etapa de reconversión de importantes ciudades británicas, Glasgow y Sheffield entre ellas, y cuando Londres prepara su gran transformación con vistas al nuevo milenio. "Existe mucho potencial en nuestro país, pero Barcelona ha conseguido mucho más", confirmó ayer David Rock, presidente del RIBA, en una comparecencia en la Embajada española en Londres. Entre las razones que justifican el premio, Rock señala la larga tradición artística, la influencia del diseño urbanístico y el carácter vanguardista de los nuevos proyectos. "Las cosas llegan, además, a hacerse, lo cual admiramos aquí muchísimo", dijo ayer.
Pero, para Rock y el resto del jurado, la clave de la fórmula barcelonesa se asienta en la continuidad de una estrategia única durante dos décadas y tres alcaldes distintos. "Se mantuvo la fe en una idea central. Es algo admirable que rara vez sucede puesto que los diferentes grupos políticos parten, por lo general, en direcciones distintas", señaló. El éxito, por tanto, parece alimentarse de la estabilidad política y del mandato de una única formación política. "Siempre hemos gobernado en coalición", advirtió Clos. "Se reconoce el mantenimiento de una estrategia basada en principios políticos que valoran el espacio como estructura de convivencia social".
Maragall habló con orgullo del "éxito de una ciudad" que en pocos años se ha convertido en "modelo para todos". "Bueno, el modelo debe adaptarse de acuerdo con el momento y el lugar, pero la filosofía es trasladable", puntualizó. El candidato al Gobierno autónomo tiene ante sí un nuevo reto: "Exportar esta filosofía a un territorio más amplio. Aplicarla a Cataluña poniendo énfasis en estos puntos principales: ideas claras, cohesión o consenso social, rigor y calidad".
En su discurso de agradecimiento, frente a un centenar de miembros del RIBA y en presencia del embajador español en Londres, Santiago de Mora-Figueroa, el político socialista no olvidó la deuda que Barcelona tiene con Londres. "Londres ha actuado como un espejo brillante en el que Barcelona ha encontrado la vía de contar su historia al mundo", señaló. Y, como previamente explicó a un grupo de periodistas, tener a la capital británica como "punto de contacto con el mundo, como foro donde exponer nuestros argumentos, ha ayudado a Barcelona a tomar conciencia de su papel y de su éxito".
"Los barceloneses son la esencia de la ciudad", dijo Clos en la Embajada española. "Las obras no siempre se realizaron sin protestas, pero se han habituado a saber que los trabajos se concluyen y se concluyen bien. Están acostumbrados a un ritmo de cambio", defendió, por su parte, su anterior jefe en la alcaldía. Y con una nota risueña, los tres representantes presentes y pasados del Ayuntamiento barcelonés señalaron: "Las obras son tan espectaculares que se han convertido en una forma de entretenimiento para la tercera edad".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Pasqual Maragall
- Narcís Serra
- Construcción prefabricada
- Joan Clos i Matheu
- Política vivienda
- Palacios
- PSOE
- Premios
- Barcelona
- Cataluña
- Patrimonio histórico
- Obras públicas
- Reino Unido
- Partidos políticos
- Patrimonio cultural
- Vivienda
- Ayuntamientos
- Europa occidental
- Política exterior
- Arquitectura
- Urbanismo
- Cultura
- Administración local
- Eventos
- Europa