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Bélgica localiza el origen de la dioxina que contaminó el alimento de sus animales

Detenido el dueño de la fábrica que exportó aceites reciclados a una empresa catalana

La justicia belga detuvo ayer en Gante (norte de Bélgica) al propietario de la empresa Fogra, tras confirmarse que fue su fábrica la que introdujo la dioxina en la cadena de alimentación belga. Fogra, de la que se sospechaba ya desde hace unas semanas, se ocupa de reciclar grasas y aceites con los que se fabricarán, posteriormente, los piensos para animales. Ésta es la misma empresa que exportó el mes pasado 140 toneladas de grasas a una empresa de Tarragona -cuando ya tenía prohibido funcionar en Bélgica-, de las que todavía no se sabe si están contaminadas.

Después de 28 días de crisis, en los que el Gobierno belga ha sufrido dos dimisiones ministeriales, amonestaciones varias de la Comisión Europea y una contundente derrota en las elecciones generales -que acabaron con 40 años de hegemonía socialcristiana y socialista-, las autoridades de ese país parecen haber llegado hasta el final del complicado ovillo de la dioxina. La detención del dueño de Fogra, cuyo nombre no ha sido facilitado, se produjo en la madrugada de ayer después de que las mediciones en su fábrica mostraran una alta presencia de dioxina y PCB (policlorobifenilos). Los PCB son precursores de la dioxina, y su presencia en una sustancia delata la presencia también de la dioxina, un compuesto tóxico y cancerígeno. Fogra, ubicada en la región francófona de Valonia (sur de Bélgica), recolecta y recicla aceites y grasas animales que después vende a empresas procesadoras, que son quienes a su vez las venderán a las fábricas de piensos. Según los análisis realizados en los últimos días, la contaminación con dioxina se produjo por la filtración durante el proceso de aceites para motores, que se mezclaron con los aceites de fritura reciclados. "No estamos todavía completamente seguros de que haya sido ésa la causa, pero es muy probable", declaró ayer Nicole de Rouck, portavoz del fiscal de Gante a cargo de las investigaciones, a la cadena RTL. De Rouck no hizo referencia a uno de los misterios que siguen rodeando el escándalo, y es que los primeros análisis realizados en Fogra, el mes pasado, mostraron unos índices muy bajos de PCB en sus instalaciones.

Fogra, la única empresa valona en su especialidad, solía vender sus productos a la firma Verkest, ubicada cerca de Gante, en la región flamenca, y que durante varias semanas había sido acusada de ser la causante principal del fraude. Verkest, suspendida desde el 2 de junio, procesaba los aceites y los vendía a los fabricantes de piensos para animales.

La detención del propietario de Fogra coincidió ayer con la liberación de Lucien Verkest y su hijo Jan, propietarios de la empresa que lleva su nombre. "Fueron liberados, sí, eso quiere decir que no hay más prisión preventiva, pero el proceso continúa y los cargos contra ellos siguen en pie", dijo de Rouck.

Cuando Fogra vio acotado su mercado en Bélgica, donde se le prohibió vender sus productos, recurrió a la exportación, a través de un intermediario holandés. Uno de estos destinos ha sido España, adonde llegaron 140 toneladas de aceite de fritura, según se confirma en un informe de la comisaría europea de Consumo, a cargo de la italiana Emma Bonino, realizado entre el 8 y el 11 de junio.

La Generalitat inmovilizó el viernes pasado en Mont-Roig de Camp (Tarragona) 52 de estas toneladas (se desconoce el paradero de las restantes), mezcladas con otras 88 toneladas de aceite de origen alemán.

Todavía no se sabe si éstas toneladas están contaminadas. La consejería catalana de Agricultura ha recibido una carta de las autoridades sanitarias belgas en la que se señala que las 140 toneladas importadas por Cataluña están libres de dioxina. La Generalitat ha decidido, sin embargo, esperar la confirmación de la Comisión Europea, por lo que la medida cautelar sigue en pie, sobre todo después de las declaraciones hechas ayer por el nuevo ministro belga de Sanidad, Luc Van den Bossche, que afirmó que "todavíahay que ver si las grasas exportadas por Fogra están contaminadas o no".

Toros inmovilizados

En España, las consejerías de Agricultura de La Rioja y Castilla y León inmovilizaron ayer sendas partidas de grasas recicladas destinadas a piensos y toros sementales, no destinados al consumo humano. En La Rioja, las autoridades retiraron 50 toneladas de grasas, procedentes de Holanda y un toro belga, mientras que en Castilla y León la inmovilización se produjo sobre "pequeñas cantidad de aceites procedentes de Bélgica", según el director de Industrias Agrarias leonés, Julio Ruiz, y seis toros y 30 cerdos belgas.

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