La Comisión Europea dimite en bloque

La Comisión Europea anunció esta madrugada su dimisión en bloque. La decisión se produjo tras el demoledor informe difundido ayer por el Grupo de Sabios que investigó irregularidades y fraudes. La retirada de la confianza del grupo parlamentario mayoritario, el socialista, que amenazó con una moción de censura, fue la puntilla. Ahora, el Consejo Europeo decidirá si acepta la dimisión o mantiene a la Comisión en funciones. Bruselas afronta su crisis más grave en plena negociación de la Agenda 2000 y sólo unos días después de la dimisión de Oskar Lafontaine como ministro alemán de Finanzas.

Poco antes de la una de la madrugada, el presidente Jacques Santer, demacrado, leyó un escueto comunicado: "Por unanimidad", precisó, "los miembros de la Comisión han decidido su dimisión colectiva; la Comisión asume así sus responsabilidades". Santer indicó también que comunicaría los hechos hoy a la cúpula del Parlamento Europeo, la institución que ha actuado como verdugo. Anoche ya se puso en contacto con el canciller alemán, Gerhard Schröder; presidente de turno del Consejo Europeo, institución que reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de los Quince.

La crónica del luto de la Comisión es tan breve como dramática. Los sabios exoneran a los comisarios de cometer corrupciones, pero descalifican los mecanismos de gestión y control de la institución, como ayer adelantó EL PAIS. Conocido ese informe a media tarde de ayer, Santer entró en una profunda melancolía. En las últimas horas ya se había mostrado "anímicamente por los suelos" inclinado a la dimisión, ya personal, ya colectiva. Y es que había fallado su cálculo de que para salvarse bastaría con dejar caer el lastre de su colega francesa Edith Cresson (que sí resultó descalificada por "favoritismo") y algún otro, como el español Manuel Marín. Fallo estrepitoso, porque Marín resultó exonerado y vindicado por los sabios.

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Editorial en la página 12

Amenaza de censura