Reproches de Edith Cresson, por "un caso de claro favoritismo"

La comisaria francesa Edith Cresson es acusada en el informe del Grupo de Sabios de favoritismo y de mala gestión. Favoritismo por la contratación de una persona de su entorno que no estaba cualificada para ejercer las funciones que se le encomendaron. Mala gestión por los graves problemas detectados en la ejecución del programa cultural Leonardo.Los sabios concluyen que la contratación del dentista René Berthelot, amigo personal de la comisaria, supone "un caso claro de favoritismo".

Berthelot no reunía ninguna de las condiciones estipuladas para ser contratado como asesor científico y "sus prestaciones han sido manifiestamente insuficientes en cantidad, calidad y pertinencia". El dentista, viejo amigo y consejero de la comisaria, presentó tan sólo 10 informes con una extensión total de 24 páginas.

Para realizarlos tuvo que hacer 17 viajes de trabajo, de los que 13 tuvieron como destino la localidad francesa de Châtellerault, de la que Cresson es alcaldesa. En total, gastó al menos 41 días en viajes oficiales, todos ellos con los gastos pagados por el presupuesto comunitario.

Se le aumentó el sueldo

Con estos datos, el Grupo de Sabios llega a la conclusión de que Berthelot, en cuyo segundo contrato con Cresson se le aumentó el sueldo un 25% debido a su especial capacitación, "ha trabajado principalmente como colaborador personal del comisario y hay fuertes presunciones de que a menudo ha sido empleado de forma que no tiene mucho que ver con las actividades europeas del comisario".Los reproches a Edith Cresson no se paran ahí. Los sabios la hacen también responsable de la mala gestión del Programa cultural de Leonardo. Las alegaciones presentadas contra la ejecución de este programa "eran tan graves e ilustraban tan bien el disfuncionamiento de la estructura organizativa que habrían podido ser escuchadas por quienes estaban al frente" de ese departamento.

Ilustraban bien las carencias de los canales de información y de los mecanismos de control en el seno de la Comisión, hasta el más alto nivel", denuncia el comité.

La comisaria no está acusada de cometer esas irregularidades, sino de no haber tomado las medidas adecuadas cuando fueron detectadas. Al contrario, su departamento perdió el tiempo en discusiones estériles.