Industria subvencionó 10 granjas de cerdos con 900 millones de los fondos mineros

La Dirección General de Minas del Ministerio de Industria ha aprobado una subvención de 900 millones de pesetas (el 10% del total anual destinado a la reactivación de las comarcas mineras) a un proyecto de la sociedad Castileon 2000 para instalar 10 centros de cría y reproducción de cerdos en la comarca de Guardo (Palencia). Las ayudas para la cría de cerdos, con el sector porcino afectado por una sobreproducción y una caída de precios, están prohibidas por la Unión Europea. Las organizaciones agrarias han criticado con dureza esta subvención.

La nueva ayuda, dada a conocer ayer por la Cadena SER, se suma a la ya larga lista de operaciones polémicas con los fondos mineros aprobadas por la Dirección General de Minas, que encabeza Paloma Sendín de Cáceres. La empresa beneficiada con los 900 millones de los fondos mineros, la mayor ayuda concedida hasta la fecha -duplica la también polémica ayuda recibida por Telecable de Asturias-, ha sido en esta ocasión Castileon 2000, presidida por Luis García García, ex alto cargo en el Ministerio de Agricultura con UCD.La compañía, domiciliada en Majadahonda (Madrid) y con un objeto social declarado como "elaboración de piensos compuestos de cualquier clase", ha conseguido la subvención para instalar diez centros de cría y engorde de cerdos en la comarca de Guardo (Palencia). El proyecto, según fuentes del sector porcino, podría elevar la producción anual en 22.000 toneladas, lo que profundizaría la crisis de sobreproducción y la caída de precios.

Legislación

Frente a estas críticas, el Ministerio de Industria insistió en la legalidad del proyecto y en el número de puestos de trabajo que genera, un centenar. El portavoz del departamento aseguró que el expediente de Castileon 2000 fue "re-dactado, para adecuarse a la legislación comunitaria, de forma que la subvención está dirigida a la parte de investigación y desarrollo y maquinaria del proyecto, no a la cría de cabezas de cerdo".La legislación comunitaria, tal y como consta en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas de junio de 1997, afirma taxativamente que "queda excluida la concesión de una ayuda a la inversión que produzca un aumento del número de plazas de cerdos". La misma prohibición estaba ya contenida en un real decreto del Ministerio de Agricultura de febrero de 1996.

En la misma línea que el Ministerio de Industria, el presidente de Castileon 2000, Luis García, señaló que la subvención se destinará a tareas medioambientales y para desarrollo tecnológico, y no para la producción directa de animales. Asimismo, aseguró que las 22.000 toneladas de carne que implica el proyecto denominado Casablanca no agravarán la crisis de precios porque se van a destinar a la exportación a través de la empresa Campofrío.

La tranquilizadora versión de Industria y del empresario no ha convencido a las organizaciones agrarias, que han criticado la subvención con duros calificativos como "aberrante", "ilícita", "preocupante" y "falta de respeto" para el sector. Así se manifestaron, entre otros representantes del sector, el secretario regional de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado; Goyo de la Fuente, representante de Coag; José Antonio del Barrio, director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, y José Miguel Rodríguez, secretario de la Federación de Industrias Afines de UGT. Este último hizo además hincapié en la elevada cuantía de la subvención en relación con el número de puestos de trabajo creados.

"Dar una subvención para la creación de tan pocos puestos de trabajo, en principio me parece una competencia desleal con el resto de agricultores que se llevan dedicando a este sector. No me parece lógico que cada puesto de trabajo salga en torno a los nueve millones de pesetas", señaló Rodríguez. La subvención a Castileon 2000 ha avivado la polémica en torno al Ministerio de Industria y a su responsable, Josep Piqué.

Además de los representantes agrarios, unánimes en la crítica, también los políticos analizaron la polémica subvención. Así, el alcalde de Guardo, Carlos Rojo (PP), coincidió con el portavoz de Industria en destacar que la subvención de 900 millones se concede "a un proyecto de investigación y desarrollo" y no a la cría de cerdos en sí.

Por el contrario, el coordinador de Izquierda Unida en Castilla y León, José Luis Conde, observa en la polémica subvención "la prueba de que se están dilapidando los fondos del Ministerio de Industria (...) con aportaciones que están recayendo en empresarios ligados políticamente al PP".

En el mismo sentido, el candidato socialista a la Junta de Castilla y León, Jaime González, aseguró que "vamos a seguir trabajando en las razones por las cuales a ganaderos de Burgos de porcino o de Segovia se les niega la posibilidad de aumentar producción. Nos sorprende y nos preocupa, y demuestran además que la arbitrariedad es la norma de conducta del PP en Industria".