"Me dijeron que le soltarían si era un camarero", relata la hermana

El origen humilde de Santiago Cabañas ha sido la causa de su liberación, una semana después de haber sido secuestrado por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC). Es el punto de vista unánime de los familiares del matrimonio arandino que, pocos días antes de volver a España con un hijo adoptado en Colombia, se convirtió en víctima de un secuestro. Pilar Rojo, la esposa de Cabañas, fue liberada 24 horas después de ser capturada.La hermana de Pilar, Rosalía Rojo, era quien más confiada estaba en la pronta liberación de Santiago. "La noticia me ha llenado de alegría, aunque de alguna manera la esperaba porque un portavoz de la guerrilla había anunciado que el secuestro terminaría si se confirmaba que mi cuñado es simplemente un camarero", explica Rosalía.

Es la misma apreciación que hacía Alba Mosquera, una maestra colombiana que lleva cinco años afincada en Hoyales de Roa, una localidad próxima a Aranda de Duero. Sus dos hermanas y el marido de una de ellas fueron también secuestrados junto a Santiago y Pilar. Viajaban en el mismo vehículo todoterreno para visitar Sonsón, una pequeña localidad situada al este de Antioquia. "Cuando quedaron liberados mis familiares, comencé a pensar que la liberación de Santiago sería cosa de sólo unos días", afirma Alba. La colombiana explicó que la liberación de Santiago se produjo entre las localidades de Sonsón y La Unión, muy cerca del lugar donde fue secuestrado.

Donde más alegría se percibió ayer por la tarde fue entre los familiares directos de Santiago y en el restaurante donde trabaja como camarero, situado en la N-I. Emocionados, sus compañeros brindaron con cava mientras el director, Isidro Izquierdo, leía una poesía hecha en el calor del momento ("Por fin se ha deshecho el nudo/Por fin ha desaparecido la angustia/ ... ¡Te esperamos, Santiago!").

Apoyos cercanos

Los familiares del matrimonio agradecían ayer los apoyos recibidos en la comarca burgalesa de la ribera del Duero. La pasada semana la asociación de vecinos del barrio de Allendeduero, donde reside el matrimonio arandino, lanzó la iniciativa de colocarse lazos verdes en la solapa para pedir la liberación. El mismo sábado, la asociación Valle del Cuco, que engloba a nueve pueblos y de la que Santiago y Pilar eran socios fundadores, decidió dedicar la tradicional Fiesta de la Matanza a reivindicar su liberación. Los actos estuvieron presididos por un gran lazo verde, simbolizando la esperanza, y un lazo azul como símbolo de libertad. Además, se repartieron pequeños lazos verdes y azules entre los asistentes.