El protocolo de bioseguridad sufre un nuevo aplazamiento
Los 500 delegados que debían haber entregado ayer en Cartagena de Indias (Colombia) el nuevo protocolo de la ONU sobre seguridad en los organismos genéticamente modificados acordaron darse dos días más de plazo, hasta la noche del miércoles. Las grandes diferencias entre los grupos opuestos (uno, bajo el ala de EE UU; el otro, integrado por la Unión Europea y los países del llamado Tercer Mundo) han impedido llegar a una solución, que estaba prevista en un principio para el viernes pasado.Los delegados de 170 países deben establecer cuáles serán las normas que regirán el tráfico de organismos vivos modificados (más conocidos como transgénicos). El domingo por la noche, el presidente del Grupo de Trabajo, el danés Veit Koester, entregó a los delegados un nuevo borrador (el cuarto en una semana), que presentaba pocos cambios con respecto a los anteriores y que tampoco tuvo éxito.
Sin embargo, se han dado ya algunos pasos importantes. La gran victoria del Grupo de Miami -integrado por los países exportadores: EE UU, Canadá, Argentina, Chile, Uruguay, Australia y Nueva Zelanda- estuvo en uno de los puntos más espinosos y a la vez fundamentales que debía tener en cuenta el protocolo: el ámbito de discusión. Así, ayer quedaron eliminados del borrador los alimentos para humanos y los piensos para animales.
Según la mayoría de los observadores, los países del Grupo de Miami han ganado el pulso a los que temen que el futuro del planeta corra peligro si no se controla el comercio internacional de estos productos. La Unión Europea, que ha pasado de su ambigüedad inicial a apoyar decididamente las posiciones de las ONG y los países pobres, ha calificado el nuevo borrador de "relativamente equilibrado y aceptable".
La organización Greenpeace, por su parte, condenó duramente a los EE UU y al Grupo de Miami porque, según ella, intentar dejar fuera del acuerdo al 99% de los productos transgénicos. "Quieren convertir el Protocolo de Bioseguridad en un protocolo de Comercio".
Asamblea a destiempo
El calendario original indicaba que el viernes debía estar finalizado el protocolo y que entre ayer, lunes, y hoy los 174 firmantes de la Convención de la ONU sobre Diversidad Biológica pondrían su firma aprobando el documento. El documento no está listo todavía, pero la asamblea comenzó igual.
El encargado de inaugurarla fue el presidente colombiano, Andrés Pastrana, quien en su discurso intentó conciliar las dos posiciones, aunque acercándose más a lo que necesita su país. Es decir, que la biotecnología no invada todo el planeta, porque perjudicaría la agricultura colombiana y también su biodiversidad. Pastrana alertó sobre el riesgo de que las semillas modificadas puedan convertirse "en un instrumento de monopolio o de control político de la producción alimentaria".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.