Excrementos con mucha sustancia

Para estiércol, el de los excrementos de las gallinas. Puede parecer escatológico, pero tiene una importancia vital en el día a día de los cultivos. Además, está científicamente demostrado. El Código de buenas prácticas agrarias incluye un detallado cuadro con el contenido en nitrógeno de las deyecciones (excrementos sólidos y orina) de las familias animales, y gracias a estos análisis podemos saber que las cacas gallináceas aportan un 1,4% de nitrato, frente al 0,8% de las heces de pato, el 0,75% de las ovejas, el 0,6% de los porcinos o el 0,5% que se mide en las evacuaciones sólidas de los caballos."En efecto, determinados estiércoles son muy valorados en el sector", corrobora el director general del ramo, Adolfo Cazorla. "Las caquitas de las gallinas son de gran utilidad en las plantaciones de setas, por ejemplo. Tienen una magnífica concentración de nitratos y, todo hay que decirlo, un tamaño muy manejable", agrega.

Una gallina, continúa explicando el esclarecedor cuadro, genera unos 58 kilogramos de deyecciones sólidas al año, una cantidad que a duras penas puede hacer sombra a los 912 kilos de los cerdos adultos o los 9.125 de los caballos grandes y las vacas lecheras. Luego están las deyecciones líquidas, y ahí las lecheras duplican, con 5.475 litros, a los equinos.

Esa concentración de 1,4% de nitrato en los excrementos de gallinas sólo encuentra parangón en la orina del ganado óvido. Pero todo depende del cultivo: con las leguminosas, que producen nitrógeno por sí solas, no merece la pena malgastar los excrementos de mejor calidad.