Ankara acusa a Atenas de mentir sobre el arresto del líder del PKK
No cabe ninguna duda de que Turquía se ha crecido tras la detención de Ocalan. Tras los primeros titubeos sobre una supuesta colaboración de Atenas en la operación que llevó a la captura en Nairobi del jefe de la guerrilla kurda, las autoridades de Ankara no dudaron ayer en acusar abiertamente a Grecia de haber dado "informaciones inexactas y engañosas". Turquía acusa ahora a su histórico rival en el mar Egeo y en Chipre de haber organizado la huida de Ocalan y de haberle dado cobijo en su representación diplomática en Kenia. La actitud griega ha sido "peligrosa", precisaron fuentes del Ministerio de Exteriores turco.Los servicios de espionaje turcos han difundido fotocopias del pasaporte diplomático falso que llevaba Ocalan cuando fue detenido, un documento expedido por el Gobierno grecochipriota a nombre de Lazaros Mavros, presidente de la Asociación de Solidaridad con el Kurdistán de Chipre.
La diplomacia turca se ha decantado en los últimos meses por la senda menos conciliadora. Pero los hechos parecen dar la razón a una estrategia de amenazas lanzadas desde el país mejor armado de la región, miembro de la OTAN y reciente aliado de Israel. Siria, Irak, incluso Rusia han preferido no tener que enfrentarse con Ankara por el conflicto kurdo.
Primero fue Damasco quien cedió ante la amenaza de una escalada bélica lanzada a bombo y platillo por políticos y militares turcos, y expulsó el pasado mes de octubre de su territorio a Ocalan después de haberle dado cobijo durante casi 20 años. El Kremlin también desoyó las voces que desde la Duma reclamaban la concesión de asilo político para el líder del PKK. Italia, Alemania... casi ningún país Europeo escapó a las presiones de Ankara a la hora de bloquear el movimiento independentista kurdo en el exilio. Grecia, que ya fue acusada por Turquía de haber facilitado campos de entrenamiento al PKK en la zona fronteriza de Tracia parece ser el inmediato objetivo de las amenazas de Ankara.
Incluso Irak, cuyo viceprimer ministro, Tarik Aziz, acaba de intentar sin éxito que Turquía le dé vía libre para recuperar el norte de su territorio, controlado por grupos kurdos iraquíes desde el final de la guerra del Golfo, ha recibido un sonoro portazo. Ankara prefiere mantener su alianza con EEUU, que desde la base de Incirlik, controla a la aviación de Sadam Husein, y apoyar a las facciones kurdas iraquíes después que éstas expulsaran al PPK de su zona de influencia. Ayer mismo, el Ejército turco lanzó una nueva incursión en el norte de Irak con la presunta intención de desalojar los últimos focos de resistencia de la guerrilla de Ocalan. Una operación que anoche en Ankara se calificaba como "limitada".
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