Grecia quiere que la UE se involucre en la protección de Ocalan

Grecia anunció ayer que va a plantear ante los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) el asunto de la captura por Ankara del fugitivo kurdo Abdalá Ocalan, para quien exigirá buen tratamiento y un juicio justo en Turquía. Este incidente ha provocado una grave crisis en Grecia y ha puesto en tela de juicio la política exterior del Gobierno socialista de Costas Simitis, inmerso en el más grave conflicto con su vecino desde que, en 1996, Grecia estuvo al borde de la guerra con su secular enemigo por la disputa sobre la soberanía de unos islotes en el mar Egeo.

El Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento griego se reunió ayer a puerta cerrada para analizar la actuación del Gobierno en este caso, pero la sesión fue suspendida hacia el mediodía ante la nueva crisis surgida por el presunto peligro que corrían los cuatro acompañantes de Ocalan, tres mujeres y un hombre, también alojados en la Embajada griega en Nairobi, de quienes se llegó a decir que podían ser capturados y llevados a Turquía por los servicios secretos turcos. Luego, el Gobierno heleno desmintió que existiera tal peligro.Simitis confirmó haber acogido durante 12 días a Ocalan por motivos humanitarios y precisó que desapareció el lunes, poco después de abandonar la residencia de su embajador en Nairobi, "por voluntad propia", tras mantener "conversaciones unilaterales con el Gobierno de Kenia y decidir sus siguientes movimientos". "No nos informó sobre la naturaleza de sus acuerdos con los kenianos u otras personas que actuaron como intermediarios", insistió Simitis. No obstante, los kurdos y la propia prensa griega dudan de esta versión y acusan al Gabinete heleno de haber "traicionado" a Ocalan y a la causa kurda.

"Entregaron a Ocalan a Turquía: debe dimitir el Gobierno", "Humillación nacional", "Traición de Simitis made in USA" o "Que dimita Pangalos", se leía ayer en las primeras páginas de los principales diarios griegos. Algunos analistas creen que se trata de la crisis más grave desde que, hace exactamente ahora dos años, Grecia estuvo al borde de la guerra con Turquía por la soberanía de unos islotes en el mar Egeo.

El primer ministro griego y el jefe de su diplomacia responsabilizan al Gobierno de Kenia de la desaparición de Ocalan en el camino hacia el aeropuerto. "El coche con el que Ocalan salió de la residencia del embajador cambió abruptamente de dirección y ya no supimos más", comentaba una fuente griega. Pero las explicaciones no sólo no mitigaron ayer la tensión política en Atenas, sino que provocaron una reacción inmediata de los miembros del Gabinete y de parlamentarios del gubernamental Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), que acusaron al Ejecutivo de "entregar a Ocalan a Turquía". Ocho de los parlamentarios socialistas pidieron la dimisión de Pangalos. La oposición fue muy dura en sus críticas y acusó al Ejecutivo de implicar a Grecia en la protección de Ocalan y de incurrir en graves errores estratégicos.

De un solo golpe, Atenas ha abierto varias crisis graves: ha reavivado el tradicional conflicto con Ankara, que lleva años acusándola de dar apoyo a "los terroristas kurdos"; ha puesto en peligro la integridad de sus embajadas en varias capitales europeas, sitiadas o tomadas por kurdos, y ha vuelto a provocar la desconfianza de sus socios de la UE, varios de los cuales han manifestado su disgusto por no haber sido mantenidos al corriente de las gestiones de Atenas con respecto a Ocalan, al tiempo que ahora ven cómo Atenas quiere que los Quince tengan un activo papel en el caso.

El punto de vista griego ante la Unión será defendido el domingo en Luxemburgo, ante los jefes de las diplomacias de la UE, por el ministro alternativo griego de Exteriores, especializado en la Unión, George Papandreu. El ministro holandés Jozias van Aartsen ha dicho que espera una clara explicación griega de sus tratos con Ocalan, incluido por qué no informó al resto de la Unión de ellos. La radio austriaca también reveló ayer que el ministro del Interior, Karl Schloegl, ha criticado a Atenas por no informar del paradero de Ocalan durante los 12 días que estuvo en Nairobi.