Las 'joyas de la familia'
Fue el senador Frank Church, un abogado de Idaho, liberal moderado, quien tuvo la iniciativa de encabezar un comité para investigar las operaciones secretas (covert operations) de las agencias y el Gobierno de Estados Unidos, tras múltiples filtraciones en la prensa, a finales de 1974, sobre dichas actividades en diversos países de América Latina y Asia y presuntos planes para asesinar presidentes y autoridades de naciones hostiles. En la primavera de 1976, el comité Church publicó su informe, en el cual se incluía el caso de Chile. Desde entonces hasta ahora mismo, casi todo lo que se publica, aunque hay alguna excepción, es material reconvertido de aquella época.La actividad del Gobierno de Richard Nixon en 1970, año en que ganó las elecciones Salvador Allende, son conocidas. Las memorias de Henry Kissinger, que fuera consejero de Seguridad Nacional y secretario de Estado de Nixon, son exculpatorias. De lo que nunca, o casi nunca, se ha hablado o escrito es de la participación de Estados Unidos en las vísperas del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y su papel en el periodo negro posterior.
Pero he aquí que acaba de aparecer un libro sobre la política exterior de aquellos años escrito por William Bundy, funcionario de los servicios secretos entre 1951 y 1960 en las administraciones de Truman y Eisenhower y más tarde asesor del Consejo Nacional de Seguridad: A tangled web, the making of foreign policy in the Nixon presidency (En el laberinto, la realización de la política exterior en la presidencia de Nixon).
Limpiar la casa
Según Bundy, en el clima de filtraciones que siguió a la difusión de los papeles del Pentágono, en mayo de 1973, sobre Estados Unidos y la guerra de Vietnam, el entonces director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), James Schlesinger, "decidió que una limpieza de la casa estaba a la orden del día", por lo que dio instrucciones "a todos los empleados de la CIA para aportar información sobre cualquier acción ilegal o actividades al margen de las funciones y objetivos de la CIA". Esta historia, según recuerda Bundy, fue publicada por The New York Times a finales de 1974.Cuenta Bundy que el resultado fue la depuración de 700 revelaciones, desde casos menores hasta hechos importantes. El sucesor de Schlesinger, William Colby, reunió el material, que en la jerga de la gente de la CIA se llamaba "las joyas de familia", y lo colocó bajo estricto control de seguridad. Pero algunos agentes pudieron leer algunos documentos. Y algunas filtraciones se produjeron. Para Bundy, la versión de Kissinger, que niega toda intervención en Chile, es simplemente poco fiable. Ahora bien, el secreto sobre la participación de EEUU en el golpe y en la fase posterior, ése está bien guardado.
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