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Un líder sindical colombiano cree que la guerra se ha agudizado

Yolanda Monge

El pasado 7 de agosto, el recién elegido presidente de Colombia iniciaba las negociaciones de paz para acabar con una guerra no declarada de más de 30 años con 300.000 muertos que la reafirman. Y, sin embargo, desde entonces no han cesado las voces escépticas contra el apenas iniciado camino hacia la paz. "Tengo la impresión de que vamos a una profundización de la guerra en el futuro más inmediato", asegura Héctor Fajardo, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)."Es difícil creer que las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el grupo guerrillero más importante del país] quieren la paz. Son un grupo marxista que en diez años no ha cambiado su programa. Lamentablemente, las FARC se prestaron para el triunfo electoral de Pastrana. Pero hoy sienten que han sido engañadas y utilizadas por ese Gobierno", afirma Fajardo, que estos días se encuentra en Madrid para asistir a la conferencia internacional Los derechos laborales son derechos humanos.

"Pastrana hace sus primeros contactos con la insurgencia con un único propósito: ganar las elecciones. Y lo logra. Pero sabiendo que la insurgencia no está aún empeñada en la paz. Sin embargo, las FARC quieren dar la sensación a la opinión pública internacional de que abren una vía para la paz. Y para que cuando, en pocos meses, ese proceso culmine de forma desastrosa, tener así la justificación para la guerra integral", prosigue.

2.700 sindicalistas asesinados

La CUT cuenta con 12 años de sindicalismo a sus espaldas y "más de 2.700 muertos". Y, sin esperar a que Pastrana contase los 100 preceptivos días al frente del Gobierno, convocó dos paros generales, movilizó a más de 800.000 trabajadores y, prácticamente, llevó al país al borde del desabastecimiento. Con la seguridad que da saberse la tercera institución más creíble del país (después de la Iglesia y el Ejército), la CUT convocó la huelga general en protesta por la política fiscal y contra el hecho de que "el presidente [Pastrana] pretenda privatizar lo poco que queda sin privatizar en Colombia: el lucrativo sector petrolero", relata.El primer paro tuvo lugar en septiembre y duró 48 horas. El segundo comenzó el 7 de octubre y su coste fue más alto. Veintiún días de huelga durante los cuales el Gobierno llegó a sacar los tanques a la calle y en los que la CUT vio cómo asesinaban a nueve de sus hombres. Por eso, Fajardo denuncia al actual Gobierno como uno de los más sanguinarios con el movimiento sindical en la historia reciente de Colombia. "El tratamiento represivo al paro ha demostrado el talante del Gobierno", asegura Fajardo, un hombre cuya vida se encuentra amenazada de muerte. "Para el Gobierno, el término concertación no existe. Pastrana no negocia con los agentes sociales", prosigue.

"El Gobierno de Pastrana es un Gobierno que sacó los tanques a la calle, que descargó todo el peso de la represión policial sobre los huelguistas". "Y hacía muchos años que esto no sucedía en Colombia", finaliza.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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