Los nuevos tratamientos reducen en un 80% las muertes por sida en Europa, según un estudio
Las ONG advierten de que el triunfalismo es muy negativo en la lucha contra la enfermedad
La tasa de muertes a causa del sida ha bajado en más de un 80% en Europa durante los tres últimos años. El acceso a los nuevos fármacos que retrasan el desarrollo de la enfermedad es la clave de este descenso, según datos facilitados por el University College de Londres. La otra cara de la moneda la constituyen los países no desarrollados, donde la epidemia cabalga porque sus afectados no tienen acceso a la terapia ni a la prevención. La ONU estima que cada minuto se contagian en el mundo 25 personas. Mañana se celebra el Día Mundial de esta enfermedad.
En 1998 se han producido 5,8 millones de nuevos contagios y han muerto 2,5 millones de personas. A finales de este año se estima que habrá en el mundo 33,4 millones de personas infectadas por el virus. Dos de cada tres afectados viven en un país africano, continente en el que el sida ha truncado todas las esperanzas de desarrollo porque afecta especialmente a la población que se encuentra en edad productiva. El contagio heterosexual ha provocado un gran incremento de sida entre las mujeres. De todos los infectados, el 43% son mujeres.La revista Sciencie del pasado 8 de mayo situaba a España entre los países que más invierten en prevención del sida. Pero en contrapartida, es uno de los que menos gasta en investigación y uno de los que presentan aún mayor incidencia de la enfermedad entre los países desarrollados. Aunque en los últimos años ha caído el número de nuevos casos declarados gracias a las terapias combinadas en fases precoces, las organizaciones no gubernamentales advierten que el triunfalismo puede ser un peligroso caldo de cultivo para la expansión de la enfermedad por el relajamiento de las prevención.
En 1998, España ha destinado 2.100 millones de pesetas a prevención, lo que supone un incremento del 300% respecto a 1997, según datos del Plan Nacional sobre el Sida. La sanidad pública española gasta al año 112.000 millones de pesetas en asistencia sanitaria a los infectados por el VIH y entre 35.000 a 40.000 millones más en tratamientos antirretrovirales. "En la política sanitaria española la prevención es prioritaria. Los nuevos tratamientos antirretrovirales y las estrategias en materia de prevención han dado un vuelco a la enfermedad en los últimos tres años, que se ha traducido en 1998 en un descenso en el número de nuevos casos diagnosticados del 25% frente a 1997", afirma Francisco Parras, secretario del Plan Nacional sobre el Sida.
Contagio heterosexual
Con la aprobación del Plan de Movilización Multisectorial frente al Sida, que abarca una serie de convenios entre distintos departamentos ministeriales, a desarrollar entre 1997 y el año 2000, se priorizan las estrategias de prevención. "Así, se van firmando acuerdos", explica Parras, "para hacer educación sanitaria en los institutos y la Universidad; en las instituciones penitenciarías se dan charlas, y en la población adicta a drogas por vía parenteral se hace intercambio de jeringuillas, entre otras muchas medidas", indica Parra. Casi todas las comunidades autónomas han adoptado medidas de este tipo. Pero persisten algunos indicadores preocupantes, entre ellos el persistente aumento del contagio por vía heterosexual.Para José Alcamí, jefe de los laboratorios de Retrovirología y de Investigación en VIH del hospital Doce de Octubre de Madrid, el impacto real de la prevención que ahora se está acometiendo en sida no podrá valorarse hasta dentro de 10 años. "Aunque desde 1996", admite, "gracias a los nuevos tratamientos estamos asistiendo a un descenso del número de casos de sida, es decir, de infectados que desarrollan infecciones oportunistas, nos falta tiempo para comprobar si empieza a descender el número de nuevos contagios". Se estima que ahora hay unos 150.000 personas infectadas por el virus.
Alcamí advierte que el optimismo por los avances en las alternativas terapéuticas genera un efecto perjudicial: "La experiencia demuestra que un paso adelante en tratamiento supone dos pasos atrás en prevención, porque las personas se confían, tienen una sensación de protección que es falsa".
Las ONG dedicadas a luchar contra el sida subrayan tres medidas concretas de prevención que, desde su experiencia, consideran altamente eficaces: educación sanitaria en los institutos, abaratamiento del precio de los preservativos y distribución de jeringuillas para los drogodependientes. "Persisten muchos prejuicios sociales en torno al sexo y los preservativos en la prevención del sida. Muchos profesores no se atreven a hablar de este tema en el instituto porque les plantea problemas con muchos padres", comenta Ricardo Lorenzo, de FASE (Fundación Antisida España).
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