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De firmas y dineros

En la sesión plenaria de la fase ministerial de la cumbre, que se prolongó el jueves pasado mañana y tarde, varios países aceptaron firmar el Protocolo de Kioto de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y hubo el espectacular anuncio en este sentido de EEUU. Tailandia, Perú y Tuvalu hicieron declaraciones similares. También Bahamas firmará inmediatamente. La lista de países que han cumplido este trámite estaba en 59 la semana pasada.

El delegado estadounidense recalcó que Clinton no presentaría por ahora al Senado la ratificación del documento internacional. Otro anuncio señalado fue el de Kazajstán, que expresó su voluntad de adquirir compromisos voluntarios en la reducción de emisiones de gases, en un paso similar al dado antes por Argentina.

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Fue destacada la intervención del delegado alemán, Jürgen Trittin, ministro de Medio Ambiente, quien recalcó el aumento del uso de energías renovables en su país. "En Alemania eso significa en concreto utilizar energía eólica, solar y de biomasa". Además, hizo otra enérgica declaración: "Hemos decidido que es un prerrequisito esencial para la protección del clima descartar la energía nuclear Varios estudios muestran que su uso continuado perjudicará la protección de clima".

Mecanismo financiero

El Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, en sus siglas inglesas), es el único mecanismo financiero de la ONU que se ocupa de los proyectos relacionados con el clima y la biodiversidad, las dos principales líneas que salieron de la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro hace seis años. "El GEF dispone de 2.750 millones de dólares en 1998-2002, y hemos dedicado 2.000 millones en 1994-98 a unos 500 proyectos en 119 países", explicó su portavoz Hutton Archer. "En clima la inversión ha sido 725 millones de dólares dedicados al llamado incremento de coste en casi 200 proyectos energéticos en 49 países".Una de las reclamaciones que se han escuchado insistentemente en la cumbre es la urgencia de distribuir más equitativamente la ayuda, dado que África apenas recibe apoyo en la lucha contra el cambio climático. "El GEF apoya todos los buenos proyectos que se nos presentan, pero no los imponemos, sino que apoyamos las iniciativas de los gobiernos", explicó Archer.

En el caso de países que carezcan de recursos incluso para financiar un proyecto interesante para el GEF, este organismo puede hacerse cargo de todo el coste. Reconoció Archer que muchos países no aprovechan tanto como debieran ese mecanismo de financiación, debido a falta de información y a la falta de capacidad para desarrollar un proyecto: entonces el GEF se ocupa del coste total.

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